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una nueva reflexión (15/04/05)

una nueva reflexión (15/04/05) En estos días que apenas escribí y me dediqué más que nada a leer y cuestionarme algunas cosa me llevó aplantearme para que las TIcs en la educación. Cada vez que descubro o aprendo algo nuevo y diferente valoro más todo aquello que la red nos puede ofrecer, aunque todavía sigo pensando en la cantidad de tiempo que se necesita para navegar para buscar algo que con probailidad encuentres por suerte o siga vagando por inmensos destinos inalcanzables para nosotros, también rechado de ella los aspectos negativos como el producir adicción, o generar cierta individualidad o aislamiento entre otras cosas, pero si se recapacita, la máquina no es la única responsable, mayor es la del usuario, el poder de decisión y control depende de él.
Pero sin alejarme del tema, el ordenador, internet, las TICs en general y en concreto, me parecen medios adecuados para la educación de hoy en día y se puede añadir que imprescindibles, dada las características de nuestra sociedad, pero ello no debe apartar parte de la enseñanza "tradicional" que siempre hemos recibido, para mi sería ideal el trabajar en ambos aspectos, como lo hicimos en el primer proyecto en cuanto a recabar información tanto de la rede como de la base de datos de la biblioteca. Combinar, trabajar por otro lado en equipo, trabajos cooperativos y colaborativos, si ello lo ofrece este sistema es desde luego el adecuado, el que ofrezca oportunidades de adquirir mayor información, de construir mejores conocimientos tanto en calidad como en cantidad y a la vez seguir manteniendo una estructura educativa, clasica, que no busco en ella, más que la relación social, el compañerismo, el contacto con otras personas y que no se convierta tan solo en persona- máquina.

clase¡clase¡ (14/04/05)

clase¡clase¡ (14/04/05) La clase de hoy giró en torno a los elementos de un softwarw, los multimedia, hipermedia..y terminó con las posibilidades educativas del tamagochy. Las tendrá? Imagino que si, puesto que cada cosa que utilicemos le estoy encontrando siempre una utilidad como medio para enseñar y educar tanto para lo positivo como lo negativo. Pues creo que también es el momento de empezar por mi.

en clase (12/04/05)

en clase (12/04/05) Hoy se habló de lo que eran las webquest, del segundo proyecto, crear nuestra página web con una unidad didáctica. Manos a la obra¡, que aprenderemos esta vez? ya me siento intrigada, paso a paso seguro que descubro algo nuevo y lo mejor aprender¡
Con respecto a las webquest, una vez más la explicación de la profesora me ayudó mucho más a entender todo su significado, pues la información buscada era demasiado extensa, bueno, no¡, nunca es suficiente. En fin, creo que se puede decir que Webquest es un proceso de aprendizaje que se inicia con el deseo de iniciar un proceso de aprendizaje de investigación.La finalidad es el uso de internet en el aula, es un problema a resolver dentro de una tarea o conjunto de problemas que tienen que tener un producto.El profesor selecciona los recursos que el alumno utilizará para resolver sus tareas.
Se trata pues, de definir la tarea a través del planteamiento de un proceso lógico y en donde en cada etapa se permite al alumno la selección del conjunto para elaborar conclusiones, planteamieento de elementos y enfoque de evaluación.
Ahora tan sólo queda el proyecto¡

La incorporación de las TICs en la enseñanza de las Ciencias Naturales en la Educación Primaria

La incorporación de las TICs en la enseñanza de las Ciencias Naturales en la Educación Primaria Los nuevos paradigmas pedagógicos adoptados en los programas de Ciencias Naturales emitidos por la SEP , tienen un enfoque hacia el hecho de que los alumnos trabajen en los espacios áulicos haciendo ciencia y apoyando sus actividades con el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC's) .
El curso en línea “La incorporación de las TIC's en la enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela primaria” tiene el propósito de actualizar a todos los docentes de Educación Primaria para que aprovechen las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías; que comprendan que no se contraponen con los enfoques didácticos de los programas vigentes de la asignatura emitidos por la SEP. Este curso consta de cuatro módulos y tiene una duración de 80 horas, divididas en 4 semanas, por lo que les solicitamos un mínimo de cuatro horas diarias para realizar actividades de investigación, navegación en Internet, lectura de comprensión, análisis, reflexión; trabajo de documentos con el procesador de textos; intercambio de puntos de vista con la pareja y el e-formador; uso adecuado del correo electrónico.
El primer módulo , permite al docente entender por qué es importante una formación científica básica para los alumnos de educación primaria y a analizar el enfoque, propósitos y contenidos de las Ciencias Naturales en la propuesta del plan y programas de la SEP ; se ve la necesidad de vincular los contenidos de las Ciencias Naturales con los de otras asignaturas de la currícula para reforzarlos y complementarlos; asimismo, se plantea la forma en que contribuyen las Ciencias Naturales en el fortalecimiento de habilidades actitudes y valores.
En el módulo dos se aborda el papel de la educación ante las transformaciones científico – tecnológicas. Se pretende que los docentes observen que en el entorno se utilizan cotidianamente las máquinas, herramientas, servicios y recursos que el hombre ha creado y adaptado mediante la aplicación de conocimientos científicos y tecnológicos; que valoren de manera positiva y equilibrada las aplicaciones de la ciencia y la tecnología así como su repercusión en la sociedad, resaltando la necesidad de utilizar criterios preventivos cuando se realicen aplicaciones tecnológicas, a fin de evitar daños al planeta y a la humanidad.
En el módulo tres se maneja la propuesta de ‘Preguntas Productivas' como herramientas para soportar el aprendizaje constructivista; se destaca el ‘Trabajo cooperativo y colaborativo' como estrategias utilizadas para la estructura y organización de una clase; se plantean al docente diferentes modelos para la incorporación de las TIC´s en el aula.
En el cuarto módulo se proponen algunas formas para enriquecer la planeación y evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las Ciencias Naturales con el uso de las TIC's que culminan con la elaboración de una ficha con una estrategia didáctica para la enseñanza de las ciencias naturales en el aula de medios con el modelo de uso propuesto por Red Escolar. Pondrán en práctica con su grupo de alumnos, la estrategia de la ficha que elaboren. Aplicarán un Instrumento de Observación , para recuperar las actitudes mostradas por los alumnos ante el uso de la tecnología. Enviarán un mensaje de Despedida a todo el grupo.
Los resultados obtenidos con el Instrumento y las fichas que reúnan los requisitos establecidos serán publicados en la página de Red Escolar.
Este curso permite adquirir habilidades de tipo: Conceptual (Nociones sobre la aplicación de las nuevas tecnologías, modelo de uso, modalidades y orientaciones de los multimedios); Procedimental (Comprender textos; responder a preguntas de reflexión; elaborar fichas con estrategias didácticas); Actitudinales (Desarrollo de la imaginación creativa y reflexiva; Potenciar el desarrollo de cada integrante del grupo mediante la colaboración con los demás
La evaluación que se lleva a cabo en este curso es la que toma en cuenta los procesos, se lleva un seguimiento del trabajo que los participantes realizan en cada etapa; se toman en cuenta la adquisición de nociones, en las que el docente demuestre ser capaz de analizar y reflexionar sobre su trabajo y la aplicación de competencias cognitivas. La evaluación del desempeño del participante, va en función de su intervención activa durante todo el proceso , de la calidad y no de la cantidad, de su interacción, del trabajo colaborativo y no sólo del producto final. En esta evaluación dinámica de interacción continua entre el e-formador y el participante, este último recibe ciertas ayudas, andamiajes, que disminuyen si su habilidad aumenta. Se toman en cuenta las habilidades básicas en el manejo del procesador de textos a través de la elaboración de cada una de las actividades asignadas.
Se cuenta con un documento de "Lineamientos para la revisión de las tareas" ; en dicho documento, cada uno de los puntos permite seguir el proceso del desempeño del participante tomando en cuenta la adquisición de aprendizajes cognitivos, actitudinales y habilidades procedimentales.
Con esta visión de la actualización docente, Red Escolar pone a su disposición el curso en línea “La incorporación de las TIC's en la enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela primaria”; esperamos contar con su valiosa participación.
Participe con nosotros.
Diseño gráfico:
Jorge Gutiérrez Gómez
ggomez@ilce.edu.mx
Contenido y Responsable del curso
Lic. Elena Cervantes Márquez
cienciasnaturales@ilce.edu.mx

Las nuevas tecnologías en la Educación Primaria. Internet: los procesos de enseñanza-aprendizaje con la world wide web

Las nuevas tecnologías en la Educación Primaria. Internet: los procesos de enseñanza-aprendizaje con la world wide web Carlos Hervás Gómez
Universidad de Sevilla


1. Internet: la red de redes

Hoy en día, en las puertas del siglo XXI nadie duda de que las aplicaciones educativas de Internet suponen una auténtica transformación del tradicional concepto de contexto de aprendizaje. La información está en la red, y son múltiples las posibilidades que se le brindan al profesorado y al alumnado de intercambio, búsqueda y comunicación en las diferentes áreas curriculares. Hay que señalar también que, la integración de los soportes multimedia hace muy atractivo y seductor tanto el mensaje como la comunicación a través de la red. Ruiz Tarragó (1996:252) cometa que Internet contribuye a superar ciertas barreras que limitan el desarrollo profesional, pues permite la existencia de grupos colaborativos entre profesionales con los mismos intereses.
Internet es un nuevo espacio educativo donde podemos construir una buena parte de nuestra práctica educativa, tanto si somos consumidores, usuarios o productores. Así, la utilización del correo electrónico, la navegación por las páginas web, la integración curricular de la teleconferencia, la utilización de fuentes diversas de información... no sólo enriquecen sino que complican bastante el contexto de los procesos de enseñanza-aprendizaje. En este sentido Adell (1998) afirma que: "Internet solo contiene información pero activamente buscada, recuperada y organizada por los estudiantes, puede dar lugar a aprendizajes significativos".
Algunos definen Internet como "La red de redes", y otros como "Las Autopistas de la Información". Para Honeycutt (1998: 49) "La Internet es una colección enorme de redes privadas que se encuentran conectadas entre sí, y por tanto, es posible encontrar una gran variedad de servicios y contenidos en cada una de estas redes individuales".
Efectivamente, Internet es una red de redes porque está hecha a base de unir muchas redes locales de ordenadores, o sea de unos pocos ordenadores en un mismo edificio o empresa. Además, ésta es "La red de redes" porque es la más grande. Prácticamente todos los países del mundo tienen acceso a Internet. En algunos, como los del Tercer Mundo, sólo acceden los multimillonarios y en otros como USA o los países más desarrollados de Europa, no es difícil conectarse. Para Ortega (1997: 255) "La Internet constituye un fenómeno sociocultural de importancia creciente, una nueva forma de entender las comunicaciones que está transformando el mundo, gracias a los millones de individuos que diariamente acuden a esta inagotable fuente de información".
Por la red Internet circulan constantemente cantidades increíbles de información. Por este motivo se le llama también La Autopista de la Información. Hay 50 millones de "Internautas", es decir, de personas que "navegan" por Internet en todo el Mundo. Se dice "navegar" porque es normal el ver información que proviene de muchas partes distintas del Mundo en una sola sesión. Según Pascual (1998:67) "El crecimiento de Internet ha acabado convirtiéndose en un fenómeno sociológico en el que, hoy en día, todo el mundo desea participar, o por lo menos conocer algo más sobre él"
Una de las ventajas de Internet es que posibilita la conexión con todo tipo de ordenadores, desde los personales, hasta los más grandes que ocupan habitaciones enteras. Incluso podemos ver conectados a la Red cámaras de vídeo, robots, y máquinas de refrescos.
Para Pascual (1998:52) las ventajas que se le otorgan a la utilización de los ordenadores en el proceso de enseñanza-aprendizaje son las siguientes:
- La posibilidad de hacer el aprendizaje más práctico.
- Mejora la facilidad de acceso a una información actualizada.
- Posibilita una adaptación más ajustada a las necesidades de los alumnos con propuestas de actividades que impliquen destrezas de nivel más alto o de nivel más bajo.
- Aborda el conocimiento como algo más provisional.
- Estimula el uso de las tecnologías de la información en forma transcurricular, preparando a los alumnos para el uso de las aplicaciones de la informática, en el ámbito del trabajo.

En este sentido, Terceiro (1996) señala una serie de ventajas que el Consejo Nacional de Investigación Americano ha destacado del empleo de las redes en la enseñanza primaria:
- Acceso a información más actual, lo que incrementa la motivación de estudiantes y profesores.
- Acceso a información factual más precisa, tanto en ciencias naturaaes, sociales o físicas.
- Familiarización de los profesores, administradores y estudiantes con las tecnologías informáticas y de comunicación, con ventajas educacionales y de preparación para el mundo laboral.
- Desarrollo de, colaboraciones entre estudiantes, profesores y administradores que lleva a intereses, y experiencias comunes con independencia del lugar, favoreciendo el sentido de pertenencia a una o más comunidades.
- Capacitación para una mas activa adquisición de información y conocimiento, con un incremento de la interacción en el proceso educativo y mayor facilidad en el acceso a fuentes primarias de información.
- Refuerzo de la capacidad de lectura, escritura, localización de información y planteamiento y solución de problemas.
- Posibilidad de establecer un puente entre el hogar y la escuela, a través de la red, con los padres y tutores, que estarán informados de la marcha del alumno, sus tareas, actividades escolares, contenido y estructura de los programas, etc.

Por el contrario, entre los inconvenientes de la utilización de la Red que Pascual (1998: 68) presenta están los siguientes:
- Uso desorientado de la Red.
- No se sabe dónde se encuentra.
- No se sabe cómo volver a un lugar conocido, la vuelta atrás por las páginas consultadas, es distinto al orden de la página creada.
- No se sabe cómo buscar una información específica.
- Se tiene la sensación de estar perdiendo algo importante.
- Aunque es propicio para la investigación, tiene aplicación más reducida en la enseñanza reglada.
- Necesario complemento tutorial e información impresa.
- Necesario realizar actividades prácticas al final de cada bloque.
- Existencia de infraestructuras y su dominio.
En este sentido, Martínez (1997:108) considera como un verdadero peligro el dejarse hipnotizar por la información, ya que la avalancha de información es tan grande y la seducción del medio tan atractiva que corremos el peligro de perdernos en el propio medio
Cabero (1996) habla de la necesidad de contemplar una nueva realidad educativa a partir de las redes y del ciberespacio como lugar educativo, para lo cual es preciso, que se produzcan una serie de modificaciones en nuestro sistema educativo y que van desde la concepción global del currículum en que nos vamos a mover, hasta los roles que pueden desempeñar las personas que participan, o el significado atribuido a los contenidos.

2.1. Historia de la Red Internet

Internet nació en EE.UU. hace unos 30 años. Un proyecto militar llamado ARPANET pretendía poner en contacto una importante cantidad de ordenadores de las instalaciones del ejercito de EE.UU. Este proyecto gastó mucho dinero y recursos en construir la red de ordenadores más grande en aquella época.
Al cabo del tiempo, a esta red se fueron añadiendo otras empresas. Así se logró que creciera por todo el territorio de EEUU. Hará unos 10 años se conectaron las instituciones públicas como las Universidades y también algunas personas desde sus casas. Fue entonces cuando se empezó a extender Internet por los demás países del Mundo, abriendo un canal de comunicaciones entre Europa y EEUU.
Internet crece a un ritmo vertiginoso. Constantemente se mejoran los canales de comunicación con el fin de aumentar la rapidez de envío y recepción de datos. Cada día que pasa se publican en la Red miles de documentos nuevos, y se conectan por primera vez miles de personas. Con relativa frecuencia aparecen nuevas posibilidades de uso de Internet, y constantemente se están inventando nuevos términos para poder entenderse en este nuevo mundo que no para de crecer.
EEUU es el país que más uso hace de Internet con diferencia. Es por esto que casi toda la información que vemos en Internet se encuentra en Inglés.
Aunque reciente, el desarrollo de Internet en España ha sido espectacular en un muy corto periodo de tiempo (Sobrino, 1996)
Para Adell (1996) el ordenador se ha impuesto en todos los ámbitos de la sociedad. Pero en el sistema educativo hay una relación directa entre edad de los estudiantes y la disponibilidad de medios informáticos. Los ordenadores son habituales en las universidades, pero tienen menor presencia en la enseñanza media y en la escuela primaria. Sin embargo, cada día son más centros educativos los que se conectan a Internet, utilizándose esta conexión al mundo de diversas formas. La posibilidad de comunicación e interacción mediante el correo electrónico, es una de las aplicaciones más simples y extendidos de los servicios de Internet (Salinas, 1995; Pérez, 1996):

2. Los servicios de Internet

Las posibilidades que ofrece Internet se denominan servicios. Cada servicio es una manera de sacarle provecho a la Red independiente de las demás. Una persona podría especializarse en el manejo de sólo uno de estos servicios sin necesidad de saber nada de los otros. Sin embargo, es conveniente conocer todo lo que puede ofrecer Internet, para poder trabajar con lo que más nos interese.
Hoy en día, los servicios más usados en Internet son: correo electrónico, world wide web, FTP, grupos de noticias, IRC y servicios de telefonía.
El correo electrónico (conocido como E-mail) nos permite enviar cartas escritas con el ordenador a otras personas que tengan acceso a la Red. Las cartas quedan acumuladas en Internet hasta el momento en que se piden. Es entonces cuando son enviadas al ordenador del destinatario para que pueda leerlas. El correo electrónico es casi instantáneo, a diferencia del correo normal, y además muy barato. Actualmente, a través de este servicio el usuario puede enviar y recibir imágenes, sonidos, hojas de cálculo, páginas Web, intercambiar mensajes y correspondencia con cualquier otro usuario de la Red en cualquier parte del mundo, presentando importantes ventajas sobre el correo tradicional.
Para Insa y Morata (1998:114) entre estas ventajas se pueden destacar algunas como las siguientes:
- Posibilidad de enviar un mismo mensaje a numerosas personas a la vez.
- Los mensajes no tienen por qué ser exclusivamente de texto, sino que es posible enviar y recibir cualquier tipo de documento: texto, sonido, imágenes, etc., ya que es posible transferir archivos que contengan este tipo de información.
- Al recibir un documento en formato de archivo, éste puede ser modificado directamente (mientras que esta misma información no es posible de manipular si llega a través del fax).
- Rapidez, economía y fiabilidad.

La world wide web, o www como se suele abreviar, se inventó a finales de los 80 en el CERN, el Laboratorio de Física de Partículas más importante del Mundo. Se trata de un sistema de distribución de información tipo revista. En la Red quedan almacenadas lo que se llaman páginas web, que no son más que páginas de texto con gráficos o fotos. Aquellos que se conecten a Internet pueden pedir acceder a dichas páginas y acto seguido éstas aparecen en la pantalla de su ordenador. Este sistema de visualización de la información revolucionó el desarrollo de Internet. A partir de la invención de la www, muchas personas empezaron a conectarse a la Red desde sus domicilios, como mero entretenimiento. Internet recibió un gran impulso, hasta el punto de que hoy en día casi siempre que se hablamos de Internet, nos referimos a la www. Su funcionamiento se basa en la transferencia de información desde un ordenador servidor a otro ordenador cliente mediante un protocolo de transferencia de hipertexto denominado HTTP (Hyper Text Transfer Protocol):
El FTP (File Transfer Protocol) nos permite enviar ficheros de datos por Internet. Ya no es necesario guardar la información en disquetes para usarla en otro ordenador. Con este servicio, muchas empresas informáticas han podido enviar sus productos a personas de todo el mundo sin necesidad de gastar dinero en miles de disquetes ni envíos. Muchos particulares hacen uso de este servicio para por ejemplo dar a conocer sus creaciones informáticas a nivel mundial.
Los grupos de noticias son el servicio más apropiado para entablar debate sobre temas técnicos. Se basa en el servicio de correo electrónico. Los mensajes que enviamos a los grupos de noticias se hacen públicos y cualquier persona puede enviarnos una contestación. Este servicio es de gran utilidad para resolver dudas difíciles, cuya respuesta sólo la sepan unas pocas personas en el mundo.
El servicio IRC (Internet Relay Chat) nos permite entablar una conversación en tiempo real con una o varias personas por medio de texto. Todo lo que escribimos en el teclado aparece en las pantallas de los que participan de la charla. También permite el envío de imágenes u otro tipo de ficheros mientras se dialoga.
Los servicios de telefonía son las últimas aplicaciones que han aparecido para Internet. Nos permiten establecer una conexión con voz entre dos personas conectadas a Internet desde cualquier parte del mundo sin tener que pagar el coste de una llamada internacional. Algunos de estos servicios incorporan no sólo voz, sino también imagen. A esto se le llama videoconferencia.
Internet dispone de otros servicios menos usados, por haberse quedado anticuados, o bien por tener sólo aplicaciones muy técnicas. Algunos de estos son: Archie, Gopher, X.500, WAIS y Telnet.
El servicio Archie es un complemento del FTP. Sirve para buscar ficheros concretos por la Red, para más tarde cogerlos por FTP.

Gopher es el antecesor de la www. Es un sistema de obtención de información que usa la técnica de la navegación, como la www, pero carece de los elementos multimedia, esto es imágenes y sonido principalmente, que da tanto impulso a la www. Este servicio aún esta disponible en Internet, sin embargo no hay mucha gente que lo use.

X.500 y WAIS son servicios de búsqueda de personas y datos sobre esas personas. Este servicio se usa en Instituciones públicas como Universidades para la localización de Investigadores y para averiguar en que proyectos están trabajando.
Con Telnet podemos tomar el control de un ordenador conectado a la Red, de manera remota, o sea, a distancia. Es de gran utilidad para trabajar con grandes ordenadores en empresas o instituciones, en las que muchos usuarios acceden al mismo tiempo a un ordenador central de gran potencia.

3. Aplicaciones educativas de Internet

3.1. Comunicación interpersonal

La comunicación electrónica confiere a la clase una nueva dimensión. Elimina las distancias y los muros de la clase, despierta una enorme motivación en los alumnos, abriendo múltiples perspectivas de aprendizaje.
Esta primera categoría incluye las actividades que favorecen los intercambios entre: dos o varios individuos o grupos, un individuo y un grupo, varios individuos y un grupo. En estos proyectos destaca la importancia educativa de la comunicación entre personas o entre grupos de distintas culturas y lugares. Estas actividades se desarrollan mediante los distintos servicios de comunicación existentes en Internet, especialmente el correo electrónico.
Para llevar a cabo un proyecto de comunicación interpersonal deben tenerse en cuenta una serie de requisitos entre los que destacan los siguientes:
- Fijar con claridad los objetivos.
- Recoger información de las experiencias llevadas a cabo con anterioridad.
- Dar difusión al proyecto en los ámbitos apropiados.
- Contactar con profesores que compartan los mismos objetivos.
- Acordar el tema o temas de discusión.
- Concretar la duración.
- Prever la conclusión de la actividad.


3.2. Recogida de información

Los proyectos de recogida de información se orientan a recabar información inédita utilizando las herramientas de comunicación de Internet. No se trata de consultar un directorio o realizar una búsqueda documental para localizar un determinado documento. En este contexto, recogida de información quiere decir interrogar directamente a otros internautas. En esta modalidad, aún cuando puede conllevar comunicación interpersonal, la actividad se focaliza en la recogida de información, independientemente de su naturaleza.
Ejemplos de estas tareas son las encuestas por correo electrónico y los cuestionarios en la web.

3.3. Trabajo colaborativo en grupo

Los servicios de Internet aportan nuevas oportunidades al trabajo escolar en grupo. Un proyecto colaborativo se puede definir como un trabajo en grupo en el que se establece un proceso social de construcción de conocimientos donde fruto de la interacción entre los integrantes del grupo, cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí mismo. En este tipo de proyectos, el alumno no se enfrenta sólo a la tarea o problema a resolver. Este hecho es una ventaja pues obliga al alumno a desarrollar capacidades para el trabajo en equipo y a adaptarse a los condicionantes del nuevo entorno. Estas actividades recrean las situaciones de trabajo de un número creciente de profesiones.

3.4. Búsqueda de información y acceso a recursos

En las tres anteriores categorías los proyectos educativos se fundamentaban en la dimensión comunicacional de Internet. La segunda de las facetas más conocidas de Internet es su vertiente de depósito de documentos digitales o de mediateca global, principalmente a través de la web. En un tiempo récord se ha puesto a disposición de los internautas una ingente cantidad de documentos en formato digital (textos, imágenes, programas de ordenador, música, etc.). Para la búsqueda y selección de esta información disponemos de una amplia gama de herramientas informáticas y servicios. Además se requieren unas estrategias intelectuales específicas, que llamaremos procedimientos informacional, para desenvolverse en un entorno con millones de documentos. Los nuevos procedimientos informacionales implican seleccionar y contrastar la información relevante, recogida de diversas fuentes, entre otras de una consulta a un buscador documental, reelaborar y dar un nuevo formato o presentación a la información de partida, transformando en definitiva la información pública en conocimiento personal. Dichos procedimientos deben ser adquiridos en la escuela, como hasta ahora se han venido aprendiendo las técnicas de recuperación de información (diccionarios, consulta a una biblioteca, etc.). Para desarrollar estos nuevos aprendizajes se han diseñado proyectos que implican la exploración de Internet en busca de datos e informaciones. Estas actividades de búsqueda de información tienen sentido en el marco de un trabajo de investigación o formando parte de proyectos más amplios.

3.5. Publicación electrónica

La publicación electrónica en Internet es una de las innovaciones más revolucionarias de la red. La web o telaraña mundial es quizás el servicio con mayor difusión de Internet. Los documentos web presentan una estructura desconocida en los soportes tradicionales: la hipertextualidad, que puede definirse como la organización de la información análoga a una estructura en red, desbancando de la linealidad de las publicaciones impresas. Otro factor a recordar es el hecho que no existe control de lo que se publica y difunde: en principio tan accesible es, desde cualquier punto del globo, un diario de clase escrito por alumnos de una escuela primaria como la versión electrónica de un periódico de solera.
Estos factores hacen que la publicación de información en Internet esté al alcance de cualquiera con un mínimo de conocimientos técnicos: nunca como hasta ahora había sido tan sencillo y económico publicar información.
En este contexto es importante que los alumnos adopten un papel activo en la construcción de la inteligencia colectiva en palabras de Pierre Lévy (1998). Pulicar en Internet puede tener manifestaciones tan modestas como redactar un mensaje de correo electrónico, hasta la completa elaboración de una web en la que se presenten los propios trabajos académico.
La publicación en una web, como en cualquier otro tipo de publicación, requiere plantearse unas preguntas básicas:
¿Cuál es el propósito de nuestra web?.
¿Motivos promocionales?
¿Motivación de los alumnos?
¿Mejorar el aprendizaje?
¿Difundir información inédita?
¿Quién es nuestro potencial lector?
¿Estudiantes, profesores, comunidad educativa, público en general?
La información, el diseño y el lenguaje utilizados deben dar respuesta a estos interrogantes.
3.6. Autoaprendizaje y formación a distancia

La combinación de los distintos servicios de Internet permiten crear entornos de autoaprendizaje. Algunos de estos entornos se utilizan para impartir formación reglada a distancia (algunos prefieren llamarla no presencial, porque la noción de distancia desaparece en el ciberespacio). Pero todos los recursos y actividades indicados constituyen un formidable conjunto de recursos para la formación permanente o en el momento justo "just in time", consultando en la web o formulando una pregunta en una lista de correo. Estos nuevos mecanismos de comunicación y de difusión de la información establecen formas originales de interacción entre estudiantes y tutores y entre los mismos estudiantes.
4. Internet entra en la escuela: La Red Averroes

Durante los últimos años las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TCI), la Informática, los multimedia, Internet…, han experimentado un desarrollo y una difusión espectaculares que han convertido al ordenador en herramienta imprescindible de toda actividad laboral y que apuntan a las Nuevas Tecnologías como la revolución del próximo milenio. Hoy por hoy, existe una gran expectación entre el profesorado y alumnado de los centros docentes por el uso educativo de Internet, así como de las nuevas posibilidades de formación, información y comunicación que permiten los nuevos medios.
La Administración Educativa debe velar por el acceso a la Educación de todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, sin embargo es innegable que el nivel económico y la extracción social de las diferentes familias influyen en los medios y recursos educativos de los que dispone cada alumno en su entorno familiar. La Consejería de Educación y Ciencia (CEC) de la Junta de Andalucía tiene el deber de evitar que el acceso a las redes de comunicación se convierta en un nuevo tipo de discriminación que conduzca a la aparición de nuevas forma de "analfabetismo", para ello debe garantizar el acceso y utilización de las redes de comunicación en todos los centros educativos. Por estos motivos, la CEC ha diseñado "Averroes", la Red Telemática Educativa de Andalucía.
El proyecto cuenta ya para este año y el siguiente con una financiación de 290 millones con cargo a los fondos FEDER. El proyecto lleva consigo también una importante labor de formación del profesorado en las nuevas herramientas que se realizará con cargo al Fondo Social Europeo.
La Red permitirá enlazar usando el protocolo TCP/IP y los servicios de Internet, los centros docentes andaluces de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, los centros de Enseñanzas de Régimen Especial, Centros de Adultos, Equipos de Orientación Educativa y los 32 Centros del Profesorado (CEP) repartidos por toda Andalucía. Los Centros del Profesorado recibirán una atención preferente en cuanto a dotación y servicios, ya que todo el sistema y estructura de Formación del Profesorado, se articula en torno a ellos. La CEC proporcionará a los centros el acceso a Internet por medio del Centro Informático Científico de Andalucía (CICA) a través del sistema de acceso español Infovía. Los centros docentes se conectarán a la Red y a Internet mediante módem y línea telefónica analógica. Los Centros del Profesorado y aquellos centros que deseen una conexión con mayor ancho de banda accederán a través de RDSI.
Los centros han recibido no sólo acceso y servicios Internet, sino también la dotación informática necesaria para la conexión. Estableciéndose tres módulos diferentes de material (básico, medio y avanzado) que se enviarán a los centros según sus necesidades:
Todos los centros que lo deseen podrán integrarse en Averroes y tener acceso a Internet a través del servidor de la CEC. No obstante, para recibir además alguno de los módulos de material mencionados, los centros docentes interesados han tenido que participar en una convocatoria pública presentando un proyecto de integración de Internet en el aula. Los criterios en base a los cuales se ha realizado la selección de los centros son los siguientes:
- La valoración del proyecto (objetivos y actividades variadas y alcanzables, implicación de alumnado y profesorado, Implicación de múltiples seminarios o departamentos…).
- La participación en Programas Europeos u otras iniciativas comunitarias.
- La existencia en el centro de ordenadores conectados en red (para el módulo avanzado).
- La implicación del profesorado en otros proyectos de innovación o grupos de trabajo.
- La especial cualificación del profesorado (por su titulación, publicaciones, experiencia laboral…) .
- El destino definitivo del coordinador del proyecto en el centro.
- La situación del centro en zona desfavorecida o de especial atención (Colegios Públicos Rurales o Centros de Actuación Educativa Preferente).
- La conexión del centro ya a Internet.

La experiencia en la integración de las Nuevas Tecnologías (participación en el Plan Alhambra, o en Proyectos de Innovación Educativa relacionados con las Nuevas Tecnologías).

Los objetivos principales del proyecto pueden resumirse en los siguientes:
- Educar a los estudiantes andaluces para la sociedad en la que vivirán inmersos, capacitarles para buscar y recibir críticamente información a través de las redes, para utilizar las TCI como una herramienta más del proceso de aprendizaje, y utilizar las redes como vehículo de comunicación, entendimiento y cooperación, más allá de cualquier tipo de diferencias y fronteras.
- Usar la Red Telemática para la convocatoria de actividades de formación, la inscripción en las mismas y, cuando las características de la actividad lo permitan, para la formación a distancia del profesorado.
- Integrar a los centros docentes en la Administración Educativa facilitándole al profesorado y alumnado la tramitación de todo tipo de expedientes desde los propios centros y facilitar y agilizar la comunicación e información en ambos sentidos.
- Contribuir a la superación de barreras, diferencias y desigualdades, permitiendo la Comunicación y el acceso a la Información de todos los ciudadanos en igualdad de condiciones.
- Reforzar la dimensión europea de la Educación, contribuyendo a un mejor conocimiento y al establecimiento de relaciones entre las comunidades educativas de diferentes regiones de Europa con intereses comunes.

En la tabla siguiente, a modo de resumen presentamos algunas respuestas a la pregunta ¿para qué Internet en los centros educativos?:

PROFESORADO * Para consultar información profesional: legislación, convocatorias, concursos...
* Para compartir experiencias, ideas, información con otros profesores y profesoras a través del correo electrónico, los grupos de noticias, el chat...
* Para participar en proyectos educativos conjuntos europeos.
* Para mejorar la cualificación profesional participando en actividades de formación a distancia.
* Para acceder a nuevas herramientas y recursos educativos.
ALUMNADO * Para comunicarse con escolares de otros entornos y practicar idiomas, descubrir otras culturas contrastar ideas...
* Para aprender a buscar, seleccionar y valorar información en la WWW, la enciclopedia más extensa, variada y actual, y para usar esa información como recurso educativo.
* Para trabajar en proyectos colaborativos con escolares de su misma aula, de otras localidades o de otros países.
* Para aprender a usar las nuevas herramientas y los nuevos medios para comunicarse y para publicar información a audiencias potencialmente ilimitadas.
CENTROS DOCENTES * Para mejorar la comunicación entre el profesorado, alumnado y familias, difundiendo la oferta educativa (etapas, optativas, ciclos formativos, información interna...), dando a conocer el Plan de Centro, informando de las actividades extraescolares ...
* Para facilitar el entendimiento entre los diferentes estamentos de la comunidad educativa, mejorando la comunicación, propiciando puntos de encuentro, promoviendo la participación en proyectos conjuntos...
* Para acceder a los servicios de la Red Corporativa de la Junta de Andalucía integrándose en la Intranet de gestión de la Consejería de Educación y Ciencia.
* Para modernizar y agilizar su gestión (consulta de becas, expedición de títulos, tramitación de licencias y permisos del profesorado).

Las Nuevas Tecnologías en la escuela rural.

Las Nuevas Tecnologías en la escuela rural. ¿Este I Congreso sobre la Escuela Rural de Aragón es un congreso de algo que realmente existe? ¿Existe la escuela rural?
Si se está tratando de dar a conocer la provincia de Teruel y concienciar de su existencia y necesidades, es lógico pensar que una parte de su composición, su escuela rural, se encuentre igualmente olvidada.
A lo largo del Congreso escucharemos muchas de las carencias y problemáticas de la escuela rural, como la escasez de medios, la precariedad de éstos, la soledad y el aislamiento con respecto al resto del mundo, la despoblación, la falta de preparación del profesorado para este tipo de escuela, la imposibilidad de equipos estables de profesores y otras, que nos harán llegar seguramente al planteamiento de estas preguntas. Pero la cuestión fundamental, en la que baso, la posibilidad de las preguntas anteriores es que no existe una escuela en la que se eduquen y preparen los futuros habitantes de las zonas rurales para "el logro de una vida digna, sustentable y justa en términos de bienestar material y social (José Antonio Caride, Universidad de Santiago de Compostela).
Es interesante resaltar que con la problemática sobre el desarrollo sostenible en las zonas rurales, las asociaciones creadas para desarrollar y ayudar en los proyectos tendentes a mantener la población con los recursos naturales y culturales de que se dispone (CDMT, ADIBAMA) nos recuerdan siempre que debemos formar personas creativas, emprendedoras, que sepan aprovechar el medio para su desarrollo personal y estabilidad futura en la zona.
Es necesario que la escuela rural sea un elemento imprescindible en los proyectos de desarrollo local. Los proyectos educativos y curriculares deben basarse en los modelos de sociedad y en las formas de vida del contexto rural.
Las Nuevas Tecnologías (NT) son para la escuela rural una herramienta importante. Posiblemente proyectos como Aldea Digital surgen para contrarrestar el aislamiento, posibilitar proyectos comunes entre escuelas, compartir recursos y favorecer la formación del profesorado.
Sin embargo, después de tres cursos escolares desde la puesta en marcha del proyecto, da la sensación de que tras la colocación del ordenador por localidad en los centros de enseñanza rurales y los esfuerzos realizados para hacer llegar las líneas telefónicas a lugares que todavía no existían, se ha dejado en manos del profesorado el devenir de algo novedoso y desconocido, como es la importancia que las NT tienen para la escuela.
No obstante, tanto individualmente, como con nuestros alumnos/as, nos estamos acostumbrando al correo electrónico, a publicar en la web, a utilizar Internet como medio de información, a realizar contactos "on line",... Quien más, quien menos, estamos empleando las nuevas tecnologías en nuestras actividades escolares. Algunas se encuentran ya en nuestras programaciones y en los proyectos curriculares de nuestras escuelas. Aun desde la seguridad de que estamos en un camino sin retorno, sigo teniendo la impresión de que es como un "juego de niños", de que no consideramos la importancia que este juego tiene, y que desde el mundo adulto tan poca damos cuando tachamos algo banal con estas tres palabras, "juego de niños".
Para que el uso de las NT en las aulas tenga consistencia, futuro, efectividad duradera y nos dé tranquilidad en el presente, es necesario que la actividad que se realice sea entendida y considerada con seriedad por TODOS/AS.
El profesorado está dando buena muestra de ello: la demanda de formación, el grupo de trabajo "Aplicaciones Didácticas de Internet" que produce la revista (El lapicero Digital), las experiencias que se presentaron en Calamocha el junio pasado, el sufrimiento y la constancia de mis compañeras en la escuela para sacar adelante "El taller de Lengua", las propuestas de trabajo que recibimos cada vez más a menudo de compañeros de otros centros, es una buena muestra del interés existente.
En mi centro, en concreto, estamos necesitando que nuestras aulas sean autónomas. Tenemos ya, suficiente actividad con nuevas tecnologías para que desde cada clase podamos utilizar estas posibilidades sin límite de tiempo. Esto conlleva una infraestructura a la que las estancias correspondientes de la Administración deberían responder de forma positiva. Lo que hacemos es limosnear en la Administración Local y en las instituciones públicas y privadas más cercanas, sin conseguir todas nuestras expectativas.
Como dato interesante diré que la dotación de las escuelas de las provincias donde se ha extendido el proyecto Aldea Digital en este curso 1999-2000 es de tantos ordenadores como unidades (y no localidades) tiene el centro. Por esta razón, mi Centro, si hubiera entrado este curso en Aldea Digital hubiera recibido 9 ordenadores y no 2 como nos concedieron.
Seguimos, imagino, en la incertidumbre que provoca el traspaso de las competencias de enseñanza en un primer tiempo de rodaje y la provocada por los cambios de gobierno de nuestra comunidad en el pasado año. Pero, a mi parecer, es imprescindible un proyecto, mejor un programa, con sus objetivos, sus procesos, su seguimiento y evaluación, que cubra las expectativas creadas en los centros y nos dé la tranquilidad de futuro necesaria.
Por repetir de otra forma: no basta con aumentar los presupuestos, cosa que siempre ocurre y que se utiliza como argumento de forma tan manida para demostrar el interés por la educación; es imprescindible que esas apuestas por el futuro, que escuchamos habitualmente, referentes a las NT, TODOS/AS nos las creamos; los que las dicen y los que las escuchan.
En este sentido, me deja perplejo las manifestaciones que leo en la prensa como: "La ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, anunció ayer en Huesca que en los próximos meses escolares de un total de 1.254 aldeas rurales del territorio español recibirán clase a través de Internet durante los períodos de aislamiento debidos al mal tiempo..." "... un total de 33.840 niños en edad escolar podrán recibir clase a tiempo real y con toda normalidad en sus pueblos respectivos mediante Internet gracias a un proyecto puesto en marcha por el ministerio denominado Aldea Digital". (Diario de Teruel, 24-7-98).

" Casi 4.000 niños turolenses en colegios rurales, dominan la informática y conocen a otros alumnos de otros pueblos gracias a las videoconferencias". (Diario de Teruel, 11-2-2000).
Y en los últimos días el hermanamiento entre Bolivia y Teruel.
¿Se consigue un mejor rendimiento de esta manera? ¿A quién se quiere mal-informar? Porque los padres contrastarán lo que leen con lo que realmente hacen sus hijos.
Todo esto no lo digo como crítica personal a nadie. Creo que esta engañosa publicidad es una forma indirecta e inconsciente de manifestar la falta de prespectiva y de métodos de llegar a generalizar el uso de las NT en las aulas.
Sería mejor, en vez de una publicidad fácil, dar a conocer la situación real en la que nos encontramos y un análisis objetivo, que nos ayude a conocer el momento presente para poder descubrir mejor los caminos a seguir, manifestando, por ejemplo, que no llegan al 10% los Colegios Rurales Agrupados que usan el potencial de la web como medio de información; que las líneas RDSI sólo se encuentran en los CRIET y CPR, lo que supone una limitación muy importante para actividades de comunicación "on line", como la videoconferencia, para el alumnado y el profesorado en general; que la muestra clara de cómo se están utilizando las NT en las zonas rurales la encontramos en el foro de intercambio de experiencias celebrado en junio de 1999 en Calamocha, en el que las 18 ponencias presentadas podrían dividirse en tres grupos de 6:
1. Un primer grupo de experiencias que tenían como objetivo el aprendizaje del funcionamiento del ordenador y de distintas herramientas informáticas. Lo que se denomina formación de usuario. Algo que ya en los primeros años de los 90 desechábamos, sobre todo en las escuelas de EGB, ahora Primaria. Algo que el día 30 del mes pasado, en un encuentro provincial en Teruel, de maestros de distintos CRAS, asesores de los CPRs y profesores de CRIETs, se seguía planteando como actividad importante, en algunos casos la prioritaria.
2. Un segundo grupo de experiencias con programas de Enseñanza Asistida por Ordenador, que a mi entender dan un paso más en la función que deben de tener las NT en la enseñanza.
3. Un tercer grupo de experiencias que toman al ordenador como instrumento, como una herramienta intelectual, de uso interdisciplinar, que permite la comunicación y el acceso a la información.
Sería mejor decir que la demanda de formación del profesorado sigue en aumento y es una de las más solicitadas. Aunque la rentabilidad de las energías aportadas por el profesorado y los medios puestos por la Administración no parecen tener una repercusión en el aula que esté en la misma proporción. Y digo esto porque la rapidez del progreso de las NT deja obsoletos los conocimientos adquiridos en la mayoría de los cursos, casi siempre de iniciación, que se vienen realizando en los Centros de Profesores y en algunas escuelas.
En este sentido se hace necesaria una formación continua, en muchos casos autodidacta para conseguir un mayor grado de integración de las NT en el aula, intentando nuevos caminos y formas permanentemente. Así como un apoyo en los Centros, para que los conocimientos adquiridos trasciendan del tiempo del cursillo, perduren en la formación del profesorado y repercutan en el aula y su alumnado.
Es significativo que la inmensa mayoría de las actividades de formación organizadas desde los CPRs sigan precisando la presencia física de los componentes de seminarios y grupos de trabajo para sus actividades y no se utilicen con más frecuencia los medios tecnológicos para salvar las distancias de las zonas rurales. Así la experiencia de grupos de trabajo como el de "Aplicaciones Didácticas de Internet" resulta después de tres años del proyecto todavía única.

Grupo de trabajo "Aplicaciones Didácticas de Internet".
Así se denomina el grupo de trabajo formado por profesorado de distintos centros de enseñanza obligatoria de la provincia de Teruel. Las actividades del grupo persiguen los siguientes objetivos:
1. Profundizar en el conocimiento de algunas posibilidades de Internet:
• Edición de páginas web.
• Chat.
• Correo electrónico.
• Comunicación con audio.
2. Publicación en la web del nº 3 de la revista escolar "El Lapicero Digital".
3. Creación de un foro de intercambio de opinión en tiempo real (claustro virtual).
4. Habituarse en el uso del correo electrónico para el intercambio de documentación.
El funcionamiento del grupo no necesita de ninguna reunión presencial, lo que supone un ahorro económico y poder elegir el lugar de trabajo. Las actividad del grupo produce un nivel importante de formación en NT de sus componentes. La aplicación de las NT en el aula se hace casi imprescindible. Su duración, a lo largo de todo el curso, proporciona el uso cotidiano de estos medios, lo que ayuda a que formen parte del quehacer diario y a habituarse a ellos.
En los tres cursos han sido ya un total de 42 los profesores/as que lo han formado. De los cuales, algunos están presentando aquí sus comunicaciones y muchos tienen una actividad importante con NT en sus Centros.

Propuesta de futuro
Es imprescindible la existencia de un programa que consiga que el ordenador sea un elemento cercano para los chicos y chicas de nuestras escuelas, tanto como lo es el libro. Existen propuestas interesantes como la que plantea Gaspar Ferrer, en el documento elaborado en su licencia de estudios en el curso pasado, que resumo a continuación.
Es una propuesta global, en la que se tiene en cuenta desde la formación del futuro profesor/a hasta la asistencia técnica de los equipos informáticos.
La parte fundamental de su programa son los proyectos de Centro. A través de los cuales se conseguiría la generalización del uso de medios informáticos en las aulas de los centros aragoneses a medio plazo. Estos proyectos serían apoyados por profesorado con formación en NT en caso necesario, por lo que propone la creación de un equipo de docentes con especialización que actuaría temporalmente hasta conseguir la generalización mencionada. Aquí caben dos posibilidades:
1.- Que todos los centros tengan una persona formada para apoyar en los proyectos. No para responsabilizarse de que el alumnado del Centro trabaje con estos medios, sino para apoyar al profesorado evitando el miedo al fracaso porque los medios no respondan, responsabilizándose del buen funcionamiento de los ordenadores.
Es importante que los centros tengan autonomía suficiente para dedicar los tiempos que se consideren necesarios a actividades con estos medios y que no estén estipulados desde la Administración.
2.- Un equipo itinerante que apoye los proyectos en los distintos Centros donde se realicen.
Los proyectos serían gestionados y evaluados democráticamente. En este sentido, creo que la escuela rural debería ser considerada en niveles de discriminación positiva, por ejemplo, a la hora de ser dotada con la infraestructura necesaria. En este sentido decir también que no me parece justo el igualitarismo para conseguir la generalización del uso de estos medios. Creo que hay que dar las mismas oportunidades, pero claro está, cuando se quieran.
La formación del profesorado se entiende directamente ligada a las necesidades del aula. No se concibe una formación que no esté motivada por unas necesidades que el profesor tenga en el aula y sin una repercusión inmediata en su actividad docente.
Otros elementos importantes que apunta en su programa son:
• La existencia de foros de intercambio de experiencias.
• La creación de software y el análisis, valoración y compra del existente.
• La creación de un servidor central de Internet dependiente de la DGA. Algo que parece será un hecho ya para el próximo curso.
• La convocatoria anual de un concurso de ideas y la difusión de los trabajos y experiencias que se realicen en los centros.
• El apoyo de patrocinadores para el desarrollo del programa.

Como conclusión
Con todas las carencias importantes que la escuela rural conserva todavía, la creación de los CRIET, de los CPRs, de los Equipos de Orientación (EOEP), la formación de los CRAs como fórmula de compartir recursos, la bajada de las ratios, son claras evidencias de mejoría de la escuela rural.
Aunque no estamos en los mejores momentos de renovación pedagógica, el profesorado sigue conservando ánimo y voluntad suficiente para mejorar la situación de la escuela.
Hace falta una apuesta clara en lo político y en lo social por hacer de la escuela el elemento más importante de desarrollo local.

José Antonio Blesa
http://roble.pntic.mec.es/~jblesa

en clase (12/04/05)

en clase (12/04/05) Hoy se habló de lo que eran las webquest, del segundo proyecto, crear nuestra página web con una unidad didáctica. Manos a la obra¡, que aprenderemos esta vez? ya me siento intrigada, paso a paso seguro que descubro algo nuevo y lo mejor aprender¡
Con respecto a las webquest, una vez más la explicación de la profesora me ayudó mucho más a entender todo su significado, pues la información buscada era demasiado extensa, bueno, no¡, nunca es suficiente. En fin, creo que se puede decir que Webquest es un proceso de aprendizaje que se inicia con el deseo de iniciar un proceso de aprendizaje de investigación.La finalidad es el uso de internet en el aula, es un problema a resolver dentro de una tarea o conjunto de problemas que tienen que tener un producto.El profesor selecciona los recursos que el alumno utilizará para resolver sus tareas.
Se trata pues, de definir la tarea a través del planteamiento de un proceso lógico y en donde en cada etapa se permite al alumno la selección del conjunto para elaborar conclusiones, planteamieento de elementos y enfoque de evaluación.
Ahora tan sólo queda el proyecto¡

Tendencias en educación en la sociedad

Jordi Adell
e-mail:

Grup de Noves Tecnologies aplicades a l'Educació
Dept. d'Educació
Universitat Jaume I
Castelló de la Plana
1.Introducción
Desde hace aproximadamente veinte años, en diversas oleadas y desde diversas ideologías, numerosos autores anuncian el advenimiento de la sociedad de la información: un conjunto de transformaciones económicas y sociales que cambiarán la base material de nuestra sociedad (véase Bell, 1973; Touraine, 1969; Bangemann, 1994 o Castells, 1997). Tal vez uno de los fenómenos más espectaculares asociados a este conjunto de transformaciones sea la introducción generalizada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en todos los ámbitos de nuestras vidas. Están cambiando nuestra manera de hacer las cosas: de trabajar, de divertirnos, de relacionarnos y de aprender. De modo sutil también están cambiando nuestra forma de pensar.
La relación del ser humano con la tecnología es compleja. Por un lado, la utilizamos para para ampliar nuestros sentidos y capacidades. A diferencia de los animales, el ser humano transforma su entorno, adaptándolo a sus necesidades, las reales y las socialmente inducidas, pero termina transformándolo a él mismo y a la sociedad. En este sentido, podríamos decir que somos producto de nuestras propias criaturas.
Las tecnologías de la información y la comunicación han desempeñado un papel fundamental en la configuración de nuestra sociedad y nuestra cultura. Pensemos en lo que han significado para historia de la Humanidad la escritura, la imprenta, el teléfono, la radio, el cine. o la TV. Desde nuestros antepasados cazadores-recolectores que pintaban figuras en las paredes de sus cuevas y abrigos hasta nuestros días, la tecnología ha transformado al ser humano, y lo ha hecho para bien y para mal. Las tecnologías ya asentadas a lo largo del tiempo, las que utilizamos habitualmente o desde la infancia, están tan perfectamente integradas en nuestras vidas, como una segunda naturaleza, que se han vuelto invisibles. Las utilizamos hasta tal punto que no somos conscientes de cómo han contribuido a cambiar las cosas. Sólo percibimos la tecnología cuando falla o temporalmente desaparece: una huelga de transporte público sume a toda una ciudad en el caos; un corte de suministro eléctrico lo trastoca todo: ni siquiera suenan nuestros despertadores. La tecnología, pues, solo se percibe si es suficientemente "nueva". Y las novedades y los cambios generan incertidumbres, alteran el 'status quo' y ponen en peligro intereses creados.
Los medios de comunicación y las tecnologías de la información han desempeñado un papel relevante en la historia humana. Como señala Moreno (1997), las dos cuestiones clave que preocupan a los historiadores de la comunicación son, en primer lugar, qué relaciones existen entre las transformaciones de los medios de comunicación y las relaciones sociales y la cultura, entendida en sentido amplio. Y en segundo lugar, qué repercusiones han tenido los medios en los procesos cognitivos humanos a corto y largo plazo. Resumiendo: les interesa averiguar cómo han afectado las tecnologías de la información al ser humano y a la sociedad. De la historia podemos extraer valiosas lecciones en estos momentos de cambio e incertidumbre.
Es este artículo me gustaría esbozar algunas de las implicaciones que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están comenzando a tener en la educación. Un enfoque habitual del tema de las nuevas tecnologías y la educación es reducirlo exclusivamente a sus aspectos didácticos, es decir, considerarlas tan sólo un medio más en el bagaje de recursos del docente sin asumir que las nuevas tecnologías están cambiando el mundo para el que educamos niños y jóvenes. Y que tal vez sea necesario redefinir nuestras prioridades como educadores.
Por otra parte, la materialización de algunas de las posibilidades que se vislumbran en las nuevas tecnologías dependerán más de decisiones políticas y de compromisos institucionales que de avances tecnológicos o de la disponibilidad de medios. Las instituciones educativas tienen una historia muy larga y un conjunto muy asentado de prácticas. A lo largo de siglos se han consolidado una serie de formas de hacer las cosas que son difíciles de cambiar a corto plazo. En terminología física, diríamos que la masa inercial de las instituciones es enorme y que se requiere una gran cantidad de energía para hacerla cambiar de dirección o acelerar su marcha.
Comprender y valorar el impacto que las tecnologías de la información y la comunicación están teniendo ya en nuestras vidas, en el marco de la sociedad actual y, sobre todo, en la del futuro, requiere no sólo acercarnos con un microscopio y escrutar detenidamente sus características y potencialidades. En ocasiones, como afirma Levinson (1990), es necesario también retroceder algunos pasos y utilizar el telescopio: tomar perspectiva para poder comprender y juzgar un fenómeno a la luz de lo que ha sucedido anteriormente. A continuación utilizaremos un telescopio bastante potente y empezaremos con algo que pasó hace ahora varios cientos de miles de años.


2. La evolución de las tecnologías de la información y la comunicación
Desde la década de los sesenta, numerosos autores han propuesto dividir la historia humana en fases o periodos caracterizados por la tecnología dominante de codificación, almacenamiento y recuperación de la información (véase, en los últimos años, Levinson, 1990; Harnad, 1991; o Bosco, 1995, por ejemplo). La tesis fundamental es que tales cambios tecnologicos han dado lugar a cambios radicales en la organización del conocimiento, en las prácticas y formas de organización social y en la propia cognición humana, esencialmente en la subjetividad y la formación de la identidad. Sólo adoptando una perspectiva histórica es posible comprender las transformaciones que ya estamos viviendo en nuestro tiempo.
El primero de estos cambios radicales ocurrió hace varios cientos de miles de años, cuando "emergió el lenguaje en la evolución de los homínidos y los miembros de nuestra especie se sintieron inclinados -en respuesta a algunas presiones adaptativas cuya naturaleza es todavía objeto de vagas conjeturas- a intercambiar proposiciones con valor de verdad" (Harnad, 1991, pág. 39). El lenguaje oral, es decir la codificación del pensamiento mediante sonidos producidos por las cuerdas bucales y la laringe, fue, sin duda, un hecho revolucionario. Permitía la referencia a objetos no presentes y expresar los estados internos de la conciencia. El habla "proporcionó una nueva dimensión a la interacción humana. El habla convirtió el pensamiento en una mercancía social. Con el habla se hizo posible hacer pública y almacenar la cognición humana. El conocimiento de los individuos podía acumularse y el conocimiento acumulado de la sociedad era almacenado en los cerebros de los mayores... La palabra hablada proporcionó un medio a los humanos de imponer una estructura al pensamiento y transmitirlo a otros". (Bosco, 1995, pág. 28).
Es dificil imaginar como puede ser la vida cotidiana en una sociedad oral. No basta con pensar en nuestra sociedad sin libros, sin escritos, sin todo lo relacionado con la escritura: es otra manera de ver el mundo y de pensar. Walter Ong (1995) ha intentado dibujarnos un retrato de la psicodinámica de la oralidad en las culturas verbo motoras en base a estudios antropológicos de culturas preliterarias y a las evidencias de los primeros textos escritos, en realidad transcripciones de la tradición oral, como la Iliada y la Odisea. No tenemos tiempo para explorar en profundidad las ideas de Ong, pero imagínense una comunidad en la que la palabra no tiene una transcripción permanente, escrita. El sonido está intrínsecamente relacionado con el tiempo, la palabra existe sólo mientras es pronunciada y en la memoria de los oyentes. No es extraño que existan palabras mágicas o que los refranes transmitan el saber popular a las nuevas generaciones. Ong (1995) describe este tipo de cultura como aditiva y agregativa más que analítica, redundante, tradicionalista, centrada en la vida cotidiana, empática y participativa, más que objetivamente distanciada, homeostática y situacional, más que abstracta.
La segunda gran revolución fue producto de la creación de signos gráficos para registrar el habla. Levinson (1990) afirma que la fluidez y abstracción del habla creó la presión evolutiva necesaria para la comunicación más allá de los límites biológicos: la escritura. En todo caso, fue un proceso que duró miles de años. Los primeros signos de los que tenemos noticia datan del paleolítico superior (entre 30.000 y 10.000 años antes de nuestra era), pero fue solo 3.500 años antes de nuestra era cuando comenzaron a utilizarse para representar el habla, después de 500.000 años de cultura oral (Bosco, 1995). La palabra escrita permitió la independencia de la información del acto singular entre el hablante y el oyente, temporal y espacialmente determinado, la posibilidad de preservar para la posteridad o para los no presentes el registro de lo dicho-oido. La palabra escrita tenía, sin embargo, algunos inconvenientes: era lenta en relación a la rapidez del lenguaje hablado, su audiencia era menor, la lectura es un acto individual (a no ser que se convierta en palabra hablada) y, en definitiva, era un medio mucho menos interactivo de comunicación que el habla. La forma del discurso se adaptó a estas características. Se hizo más reflexivo, deliverado y estructurado. La escritura estabilizó, despersonalizó y objetivizó el conocimiento (Bosco, 1995). La escritura, como destaca Ong (1995), reestructuró nuestra conciencia y creó el discurso autónomo, libre de contexto, independiente del hablante/autor. La literatura y, sobre todo, la ciencia se beneficiaron de la fiabilidad y sistematización que la escritura confirió al conocimiento y al pensamiento. La posibilidad de acumular el conocimiento, de transferirlo a la posteridad o de asociarlo a un objeto mueble que podía ser reproducido y transportado hicieron de la escritura un desarrollo estratégico. La importancia de la permanencia del mensaje en el texto escrito se evidencia en episodios de las tradiciones religiosos de numerosos pueblos. No es necesario extenderse sobre las diferencias entre las religiones "con libro" (como la cristiana, la judía o la musulmana) y las "sin libro" (como las orientales). Pero la aceptación de la escritura como medio para el avance del conocimiento no fue inmediata (véanse, por ejemplo, las ideas que Platón pone en boca de Sócrates en el Fedro, y su crítica del "mayestático silencio" del texto, cinco siglos antes de nuestra era).
La difusión de la escritura no fue rápida ni generalizada (Gaur, 1990). De hecho, la escuela como institución es una consecuencia de la alfabetización. "El desarrollo de las escuelas como lugares alejados de los procesos productivos primarios de la sociedad está estrechamente conectado con el desarrollo de la escritura" (Bosco, 1995, pág. 31). Las primeras escuelas conocidas datan de 2.000 años a.c., en Sumeria. Su objetivo era enseñar la escritura cuneiforme a una clase social privilegiada, a unos "especialistas": los escribas. Un uso político-económico del lenguaje escrito que también puede hallarse en China o Egipto. En las culturas orales, el aprendizaje era fruto de la experiencia en las actividades de la vida cotidiana. La aparición de la escritura impone la descontextualización o disociación entre las actividades de enseñanza/aprendizaje y las actividades de la vida diaria. Aprender a leer y escribir requería el uso de medios extraordinarios: no era ya posible hacerlo mediante la observación y la repetición de los actos de los adultos, muchas veces en forma de juego, que eran la forma natural de socialización. La palabra, escrita y hablada, tomaba el relevo de la experiencia directa con las cosas.
La tercera revolución se debió a la aparición de la imprenta. Algunos autores (Bosco, 1995, por ejemplo) la consideran un simple desarrollo de la segunda fase: a fin de cuentas el código es el mismo en la escritura manual que en la impresa. Sin embargo, la posibilidad de reproducir textos en grandes cantidades tuvo una influencia decisiva en el conjunto de transformación políticas, económicas y sociales que han configurado la modernidad y el mundo tal como es ahora. La imprenta significó la posibilidad de producir y distribuir textos en masa, restaurando en parte la interactividad del habla, perdida en el texto manuscrito (Harnad, 1991). Nuestra cultura está tan fuertemente basada en la tecnología de la imprenta que resulta superfluo extenderse en sus consecuencias. El mundo tal como lo conocemos es producto de la imprenta (Eisenstein, 1994) (si exceptuamos la influencia de los medios de masas electrónicos, como la TV, en las últimas décadas). Según Bosco (1995), la estructura del libro (lineal, dividido en capítulos, cada uno de los cuales contiene un segmento coherente y unificado de la totalidad, su 'presencia física' y permanencia, etc.) se reproduce en la estructura de nuestro conocimiento (dividido en disciplinas cohesionadas, permanentes, acumulativas, ordenadas lógicamente, etc.) y, añadiría, de gran parte de nuestra actual pedagogía.
Es ilustrativo, a fin de calibrar la magnitud de los cambios en las vidas de las personas que introducen las revoluciones tecnológicas, echar un vistazo a cómo accedían a la información escrita los estudiantes universitarios antes de la aparición de la imprenta y compararla con nuestras actuales bibliotecas universitarias1. Con las primeras Universidades aparecen las primeras bibliotecas universitarias, hacia el S. XII-XIII. Aunque la enseñanza se basaba en la memoria, los estudiantes y profesores disponían de bibliotecas para consultar las obras que no podían copiar por si mismos (o hacer que se las copiaran). Las bibliotecas eran colecciones dispersas en distintas facultades, colegios, etc. con pocos libros que, en general, procedían de donaciones o legados. Tenían dos secciones, la magna, con los libros de consulta encadenados (tal era su valor) y la parva, libros que se prestaban depositando en fianza otro libro. Los horarios de consulta no eran precisamente amplios. En el S. XV la Universidad de Salamanca, por ejemplo, tenía un horario reglamentado de dos horas por la mañana y dos por la tarde. Las actitudes de los profesores hacia las primeras bibliotecas no era de entusiasmo, precisamente.
En realidad el negocio lo hacían los "estacionarios", una especie de libreros que disponían de todas las obras que se necesitaban en las universidades, debidamente aprobadas por la autoridad académica. Para ejercer su profesión tenían que depositar una fianza y trabajar bajo la supervisión directa de la Universidad. Su actividad se regulaba en las "Constituciones" y consistía en disponer de copias autorizadas de las obras, divididas en cuadernos, que prestaban a los estudiantes para que éstos los copiaran o los hicieran copiar por amanuenses y luego volvían a recuperarlos. De esta forma las copias se hacían siempre sobre un ejemplar correcto y las copias sucesivas no hacían que se desviara demasiado del contenido original. Este sistema, la "Pecia", era el más común para hacerse con la bibliografía necesaria hasta finales de la Edad Media (Febre y Martin, 1962)2.
Las dificultades de acceso a la información, cuando ha estado vinculada a objetos de difícil reproducción y que viajaban a la misma velocidad que los medios de transporte, han modelado nuestras conductas y nuestras instituciones. La imprenta contribuyó a una auténtica revolución en la difusión del conocimiento y de las ideas y, por tanto, en la evolución de nuestros sistemas políticos, la religión, la economía y prácticamente todos los aspectos de nuestra sociedad. Aprender a leer y a escribir es, todavía, el más importante aprendizaje que se realiza en la escuela. Es la puerta de acceso a la cultura y a la vida social. Pero, en la actualidad, estamos viviendo una cuarta revolución.
La cuarta revolución, en la que está inmersa nuestra generación, es la de los medios electrónicos y la digitalización, un nuevo código más abstracto y artificial (necesitamos aparatos para producirlo y descifrarlo) de representación de la información cuyas consecuencias ya hemos comenzando a experimentar. Bosco (1995) sitúa el origen de esta nueva etapa en una fecha concreta: el 24 de mayo de 1844, cuando Samuel Morse envió el primer mensaje por telégrafo. Por primera vez (si exceptuamos algunos intentos de telégrafos semafóricos), la información viajaba más rápido que su portador. Hasta ese momento, había permanecido atada a los objetos sobre los que se codificaba. Ahora viajaba a la velocidad de la luz, infinitamente más rápido que los trenes al lado de cuyas vías se hicieron los tendidos de los postes telegráficos.
Por aquella época, Charles Babbage, un ingeniero inglés, trabajaba ya en su máquina analítica, un engendro mecánico dado que la tecnología eléctrica y electrónica no se había desarrollado lo suficiente como para pensar en utilizarla. Pero el camino hacia el ENIAC, el primer ordenador digital, estaba trazado. En este proceso de digitalización del saber hemos asistido a una fase preliminar en la que la electrónica ha propiciado el rápido desarrollo de aplicaciones analógicas (el teléfono, la radio, la televisión, el fax, etc.), que en la actualidad están migrando rápidamente hacia la digitalización y adquiriendo capacidades interactivas entre emisor y receptor y de procesamiento y manipulación de la información ampliadas. Los avances en la creación de imagen de síntesis, por ejemplo, ha aumentado el número de aplicaciones de esta nueva forma de codificar la información: no sólo tenemos textos, imágenes y sonidos digitalizados que podemos almacenar y reproducir indefinidamente de modo fiel, sino que también podemos producirlos desde la nada, generarlos a voluntad. Han aparecido nuevos tipos de materiales, desconocidos anteriormente: multimedia, hipermedia, simulaciones, documentos dinámicos producto de consultas a bases de datos, etc. Los satélites de comunicaciones y las redes terrestres de alta capacidad permiten enviar y recibir información desde cualquier lugar de la Tierra. Este es el entorno de los niños y jóvenes de hoy, el mundo para el cual debemos formarlos en las instituciones educativas, el mundo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Los cambios ligados a esta cuarta revolución se están produciendo en este mismo momento y, además, dependen de numerosos factores sociales y económicos, no sólo tecnológicos. Las perspectivas varían desde los más optimistas, que ven las nuevas tecnologías como una posibilidad de redención de todos los males (véase Negroponte, 1995; Toffler, 1996; o Gates, 1995, por ejemplo), hasta quién sólo ve amenazas y nubarrones (véase Roszak, 1986; Bloom, 1989; Postman, 1994 o Stoll 1996). De hecho, el panorama que hemos presentado en esta sección es, a todas luces, una simplificación excesiva de la compleja historia de la comunicación humana. La relación entre oralidad y alfabetización y los efectos sociales y cognitivos de la escritura son objeto de controversia entre los especialistas (Olson y Torrance, 1991; Olson, 1994, por ejemplo). El objeto de dicha simplificación ha sido destacar la importancia de la digitalización de la cultura y del momento que vivimos y alertar al lector para que pueda detectar los cambios, en ocasiones sutiles, que se están produciendo en todas las esferas de nuestras vidas.
Sin embargo, la mayoría de las explicaciones sobre la evolución de las tecnologías de la información (como la que se ha propuesto más arriba) padecen un fuerte determinismo tecnológico. Es decir, con frecuencia olvidamos que una tecnología no sólo tiene implicaciones sociales, sino que también es producto de las condiciones sociales y, sobre todo, económicas de una época y país. El contexto histórico es un factor fundamental para explicar su éxito o fracaso frente a tecnologías rivales y las condiciones de su generalización. La sociedad actúa como propulsor decisivo no sólo de la innovación sino de la difusión y generalización de la tecnología (Breton y Proulx, 1990). Como afirma Manuel Castells, "el cambio tecnológico tan sólo puede ser comprendido en el contexto de la estructura social dentro de la cual ocurre" (Castells, 1995). ¿Por qué muchas de las primeras tablillas de arcilla con escritura cuneiforme eran inventarios de almacén? ¿Por qué la imprenta no se desarrolló en la China si ya se conocían las tecnologías que están en su base, incluyendo el papel, la prensa y los tipos móviles, antes que en occidente? ¿Por qué los primeros libros impresos fueron de temática religiosa y conjuntos de tablas para cálculos comerciales? De todos los modelos de televisión posibles, ¿por qué tenemos la que tenemos? La explicación a todas estas cuestiones sólo puede hallarse en los contextos sociales, políticos y económicos en los que se crearon y desarrollaron como innovaciones. No olvidemos, por ejemplo, que la imprenta nació como un negocio (Eisentein, 1994). Lo que está pasando ahora mismo en la Internet, la explosión de contenidos comerciales o las batallas por controlar el mercado del software, no son precisamente un producto de la tecnología. Las características de los protocolos de comunicación utilizados en la Internet son una creación humana deudora de las necesidades percibidas por los investigadores y las instituciones que financian e impulsan la investigación. Así, nos encontramos en un periodo en el que el uso comercial de las redes informáticas está propiciando la investigación en aspectos antes poco relevantes como la seguridad en las transacciones electrónicas, el dinero electrónico, los micropagos, la banca electrónica, etc. Pero de todos estos desarrollos pueden obtenerse otros beneficios, del mismo modo que una red informática descentralizada, creada para soportar un ataque nuclear, se ha mostrado sumamente resistente a los intentos de censura y control ideológico de los gobiernos cuando ha pasado a las manos de los ciudadanos.
En resumen, todos estos avances tecnológicos tienen lugar dentro de un determinado marco socioeconómico que hace posible no solo su desarrollo en los centros de investigación y Universidades, sino también su transferencia a la sociedad y su aplicación a la producción. La revolución tecnológica en los medios, canales y soportes de la información que se está produciendo ante nuestros ojos se puede englobar en un conjunto más amplio de cambios en la estructura productiva de nuestra sociedad. Un término define este conjunto de transformaciones: la sociedad de la información.


3. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
Parafraseando la definición de Gonzalez, Gisbert et al., (1996, pág. 413), entendemos por "nuevas tecnologías de la información y la comunicación" el conjunto de procesos y productos derivados de las nuevas herramientas (hardware y software), soportes de la información y canales de comunicación relacionados con el almacenamiento, procesamiento y transmisión digitalizados de la información.
Cabero (1996) ha sintetizado las características más distintivas de las nuevas tecnologías en los siguientes rasgos: inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, innovación, elevados parámetros de calidad de imagen y sonido, digitalización, influencia más sobre los procesos que sobre los productos, automatización, interconexión y diversidad.
El paradigma de las nuevas tecnologías son las redes informáticas. Los ordenadores, aislados, nos ofrecen una gran cantidad de posibilidades, pero conectados incrementan su funcionalidad en varios órdenes de magnitud. Formando redes, los ordenadores no sólo sirven para procesar información almacenada en soportes físicos (disco duro, disquette, CD ROM, etc.) en cualquier formato digital, sino también como herramienta para acceder a información, a recursos y servicios prestados por ordenadores remotos, como sistema de publicación y difusión de la información y como medio de comunicación entre seres humanos. Y el ejemplo por excelencia de las redes informáticas es la Internet. Una red de redes que interconecta millones de personas, instituciones, empresas, centros educativos, de investigación, etc. de todo el mundo. Se ha afirmado que la Internet es una maqueta a escala de la futura infraestructura de comunicaciones que integrará todos los sistemas separados de los que hoy disponemos (TV, radio, teléfono, etc.), ampliando sus posibilidades, los nuevos sistemas que hoy ya se utilizan experimentalmente en la Internet (i.e., videoconferencia, video a la carta, etc.) y otros que apenas imaginamos.
La digitalización supone un cambio radical en el tratamiento de la información. Permite su almacenamiendo en grandes cantidades en objetos de tamaño reducido o, lo que es más revolucionario, liberarla de los propios objetos y de sus características materiales y hacerla residir en espacios no topológicos (el 'ciberespacio' o la 'infosfera') como las redes informáticas, accesibles desde cualquier lugar del mundo en tiempo real. También podemos reproducirla sin merma de calidad de modo indefinido, enviarla instantáneamente a cualquier lugar de la Tierra y manipularla en modos que nuestros antepasados ni siquiera soñaron. La digitalización de la información está cambiando el soporte primordial del saber y el conocimiento y con ello cambiará nuestros hábitos y costumbres en relación al conocimiento y la comunicación y, a la postre, nuestras formas de pensar.
Las ideas sobre la información están muy ligadas a los soportes que nos han servido para almacenarla y transmitirla durante años. Nuestra generación está muy influida por la imprenta y la televisión, es decir, por el texto impreso y por el modelo "broadcast" de difusión de imágen y sonido de la radio y la TV. Un ejemplo servirá para ilustrar este punto. Toda la legislación actual sobre propiedad intelectual y derechos de copia está basada dos supuestos: el primero es que es relativamente costoso producir y difundir libros impresos y material audiovisual; el segundo, derivado del anterior, es la división del trabajo entre autores y editores, es decir, entre productores y distribuidores de información. No es extraño que sea así, ya que dicha protección de derechos nació con la imprenta y para proteger los derechos comerciales de los impresores (y, digámoslo claramente, en mucha menor medida de los autores). También es evidente que se adapta mal a estos tiempos cibernéticos en los que una copia de enésima generación de un texto electrónico o de una aplicación informática es exactamente igual al original y que cualquier niño o niña de 12 años puede difundirla por todo el mundo en cuestión de segundos. Pero no sólo los derechos de copia se ven afectados. Otras categorías a las que estamos acostumbrados ("autor", "lector", "obra", "texto", etc.) están siendo desafiadas por nuevas formas de producción, almacenamiento y distribución de la información (Landow 1992; Bolter 1991). Los sistemas hipermedia distribuidos, por ejemplo, diluyen la distinción entre autor/lector y entre autor y editor. Sn embargo, seguimos pensando en términos de átomos en lugar de en términos de bits: un subproducto mental típico de la era analógica. John Perry Barlow (1994) sostiene que la información es algo intangible y que, al igual que la luz o la materia, sus propiedades son paradójicas: la información no posee las propiedades del objeto sobre el que la codificamos, es más parecida a una actividad o a una relación y se propaga y evoluciona como una forma de vida.


4. Algunas repercusiones de las nuevas tecnologías
Las consecuencias de todos estos avances las estamos viviendo día a día. Sólo destacaremos brevemente algunas, para centrarnos a continuación, en sus repercusiones educativas.
Los medios electrónicos e impresos han producido una auténtica explosión en la cantidad de información que nos llega a las personas. Un fenómeno que no es nuevo: recordemos las razones que llevaron a Vanevar Bush a diseñar su "Memex", el concepto matriz de los hipertextos actuales, en la década de los cuarenta (Bush, 1945; Nyce y Kahn, 1991), pero que en las últimas décadas está tornándose más acusado si cabe. Se calcula que, al principio de la historia humana, costaba de 10.000 a 100.000 años doblar el conocimiento humano. Hoy cuesta menos de 15 años. En algunos campos, cada pocos años se hace necesario revisar las acreditaciones académicas (Bartolomé, 1996): una persona que no haya estudiado lo producido en los últimos años no está ya capacitada para desempeñar su profesión. Cualquier profesional que quiera mantenerse al día sobre el desarrollo de su disciplina sabe las horas que debe dedicar al estudio y a la puesta al día.
Un efecto asociado a esta explosión, fácilmente constatable, es el aumento del ruido en la comunicación. Hoy tenemos mucha información (o pseudoinformación) , pero, ¿estamos mejor informados? El problema ya no es conseguir información, sino seleccionar la relevante entre la inmensa cantidad que nos bombardea y evitar la saturación y la consiguiente sobrecarga cognitiva. Algunos autores han sugerido que los medios electrónicos de masas han transformado nuestra forma de percibir la realidad. Entre sus efectos: la disminución y dispersión de la atención, una cultura "mosaico", sin profundidad, la falta de estructuración, la superficialidad, la estandarización de los mensajes, la información como espectáculo, etc. Los nuevos lenguajes audiovisuales han dado lugar a una cultura de la imagen en movimiento para la que, por ejemplo, la escuela, una institución primordialmente oral-libresca, no nos prepara. Peor aún, los medios de comunicación de masas han creado lo que se ha denominado una "industria de la conciencia", una recreación mediatizada y manipulada de la realidad, al servicio de los intereses que controlan dichos medios y que ha sustituido en gran medida a la realidad real.
Por otra parte, es habitual la confusión entre información y conocimiento. El conocimiento implica información interiorizada y adecuadamente integrada en las estructuras cognitivas de un sujeto. Es algo personal e intransferible: no podemos transmitir conocimientos, sólo información, que puede (o no) ser convertida en conocimiento por el receptor, en función de diversos factores (los conocimientos previos del sujeto, la adecuación de la información, su estructuración, etc.).
La educación debe dar una respuesta a estos problemas. La institución escolar, que nació, entre otras cosas, para proporcionar información, compite ahora con fuentes de una increíble credibilidad (valga la expresión) como la TV, cuyo objetivo no es, evidentemente, ni formar, ni informar verazmente, ni educar sino más bien capturar audiencias masivas y venderlas a los anunciantes o, simplemente, ganar dinero. Los medios de comunicación y las redes informáticas han sido calificados acertadamente de "profesores salvajes" (Comisión Europea, 1995, pág. 29) y su influencia es enorme, sobre todo si tenemos en cuenta que la TV es la tercera actividad en tiempo empleado, tras el trabajo y el sueño, de la mayoría de los habitantes de los países occidentales.
Una segunda consecuencia de la ampliación de nuestra capacidad para codificar, almacenar, procesar y transmitir todo tipo de información es la transformación radical de dos condicionantes fundamentales en la comunicación: el espacio y el tiempo. Ambas están muy relacionadas. No en vano nuestros abuelos utilizaban unidades de tiempo para expresar distancias y superficies: el tiempo necesario para recorrerlas a pie o a caballo o para ararlas. Las nuevas tecnologías han desmaterializado, deslocalizado y globalizado la información. Al situarla en el "ciberespacio" (esa 'alucinación consensual formada por todos los bancos de datos de todos los ordenadores del mundo interconectados entre sí', parafraseando la definición del novelista William Gibson (1989)) la han liberado de las características de los objetos culturales tradicionales (objetos muebles como el libro, el cuadro o la fotografía), que la sustentaban y cuya materialidad nos limitaba fuertemente, y han eliminado los tiempos de espera para que el mensaje llegue del emisor al receptor. Como sostiene Negroponte (1995), hemos pasado de una cultura basada en el átomo a una cultura basada en el bit. Y mover átomos es caro y lento, mover bits es rápido y barato. Las implicaciones de este cambio son enormes ya que las coordenadas espacio-temporales son el marco de toda actividad humana. Las redes informáticas eliminan la necesidad de los participantes en una actividad de coincidir en el espacio y en el tiempo. Y este hecho desafía la manera en la que hemos hecho la mayor parte de las cosas durante muchos años. Una empresa, una universidad, un Parlamento o una sesión de cine se basan en la necesidad de unir a un grupo de personas en un tiempo y un espacio comunes para realizar actividades en las que interactúan entre sí. Esto no significa que todo lo que hacen las personas en estos entornos pueda realizarse a distancia, pero muchas de nuestras actuales formas de hacer las cosas datan de cuando la manera más rápida de hacer llegar la información de un lugar a otro era llevarla galopando a caballo.
Sin embargo, pese a que las sucesivas revoluciones tecnológicas parecen haber alejado al ser humano (y sus herramientas y medios de comunicación) de la biología y de la naturaleza, algunos autores destacan el carácter nuevamente "natural" de los medios digitales. Levinson (1990), por ejemplo, explica la evolución de las tecnologías de la comunicación como una sucesión de tres estadios:
1. En el primero, nuestra especie se encuentra en un entorno comunicativo en el que todas las características del mundo natural percibido están presentes, pero en el que la comunicación está limitada por los límites biológicos de la vista, el oído y de la memoria.
2. Para superar dichos límites biológicos, el ser humano desarrolla nuevas tecnologías (i.e., la escritura, que preserva el saber más allá de las limitaciones de la memoria o permite transmitir a distancia el pensamiento). El precio es la renuncia al entorno de comunicaciones natural, de los sentidos, pretecnológico (i.e., el "silencio" del texto, del que se quejaba Sócrates, o la falta de interactividad del libro, por emplear la terminología moderna).
3. Los nuevos medios electrónicos (analógicos primero y posteriormente digitales) no sólo extienden nuestras posibilidades de comunicación más allá de nuestros límites biológicos, sino que recuperan elementos y características de la etapa pretecnológica anterior a la escritura (i.e. interactividad entre emisor y receptor, tiempo real, uso directo de los sentidos, etc.). La realidad hoy en día es experimentada vicariamente en cualquier lugar, en el mismo momento que sucede en la otra parte del planeta o es registrada para la posteridad. El uso de artefactos, curiosamente, nos ha devuelto los sentidos en la comunicación humana. El teléfono nos devolvió la conversación y eliminó gran parte de la correspondencia personal. La TV nos volvió a hacer testigos directos de los acontecimientos (testigos pasivos, por otra parte). Las nuevas tecnologías de la información, según Levinson (1990) y al contrario de lo que señalan muchos críticos, no están haciendo el mundo más artificial, sino, en el sentido indicado, más "natural". Evidentemente, es sólo una manera de verlo. Los interfases de usuario no son, ni mucho menos, naturales. La mediación del artefacto no es un proceso transparente. Tiene sus propios condicionantes, que debemos conocer si queremos emplearlas satisfactoriamente. Toda una escuela de pensamiento, la iniciada por McLuhan, cifra en el medio los determinantes fundamentales de la comunicación (¿recuerdan aquello de "El medio es el mensaje"?).
Una tercera característica de las nuevas tecnologías de la información que tiene enorme importancia, especialmente en educación, es la interactividad (Bartolomé, 1995), es decir, la posibilidad de que emisor y receptor permuten sus respectivos roles e intercambien mensajes. Los medios de comunicación de masas, los periódicos, la radio y la televisión, definen los papeles de los participantes de modo estático: por un lado el productor/distribuidor de la información y por el otro el receptor/consumidor de la información. Unos pocos emisores centralizados, que precisan recursos muy costosos, difunden mensajes estandarizados a una masa de receptores/consumidores pasivos y dispersos. Los nuevos medios se caracterizan por todo lo contrario: no existe un centro y una periferia, un emisor y una masa de espectadores. La inteligencia de las nuevas redes de comunicación está distribuida entre los nodos y pasar de la comunicación persona a persona a la comunicación de masas es sumamente sencillo. De hecho, la masa indiferenciada, creada por los medios de comunicación tradicionales, está desapareciendo para dar paso a grupos de interés e individuos que interactúan entre sí, formando comunidades virtuales, y que no sólo consumen información, sino que también la producen y distribuyen.
Las redes informáticas como la Internet, el campo de pruebas de los nuevos medios, son ejemplo de esta forma de interrelación. Permiten que sus usuarios participen de nuevas formas de interacción social. La estandarización de los mensajes ya no es una imposición de la estructura del medio. Incluso estamos asistiendo a una evolución de los medios tradicionales de masas ligada a las posibilidades de la digitalización y la ampliación del ancho de banda: televisión a la carta, video bajo demanda, "pay-per-view", periódicos personalizados ("Daily Me"), etc. La masa amorfa e indivisa de consumidores se desgaja en grupos que forman audiencias especializadas y que buscan activamente la información que les interesa.
Pero los nuevos medios van más allá. En la sociedad de la información, el espacio y el tiempo ya no son condicionantes de la interacción social, del mismo modo que las fronteras y los límites nacionales no representan barreras para la circulación del capital, de la información, de los mercados, incluso el de trabajo, o las relaciones interpersonales. Un ejemplo de estas nuevas formas de interacción son las comunidades virtuales: grupos de personas que comparten un interés y que utilizan las redes informáticas como canal de comunicación barato y cómodo entre individuos espacialmente dispersos y temporalmente no sincronizados. Este rasgo, la interactividad, junto con la deslocalización, define más que cualquier otro las nuevas tecnologías de la información y posee implicaciones cruciales en todos los ámbitos de nuestra experiencia. Por ejemplo, y este tema será tratado más adelante, la Internet puede soportar modelos tradicionales de educación a distancia (cuando digo tradicionales, me refiero a "pedagógicamente tradicionales"), pero están emergiendo nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje basados no sólo en formas de comunicación en tiempo real (videoconferencia, por ejemplo), sino también en técnicas didácticas de aprendizaje cooperativo y colaborativo (Salinas, 1995), sustentadas por la capacidad interactiva de la comunicación mediada por ordenador. Estos entornos rompen la unidad de tiempo, espacio y actividad de la enseñanza presencial, creando "aulas virtuales", esto es, espacios para la actividad docente/discente soportados por las facilidades de un sistema de comunicación mediada por ordenador. Es evidente que la mayoría de nuestros conocimientos sobre cómo enseñar provienen de entornos tradicionales y que, en muchos casos, no servirán en estos nuevos espacios.


5. Hacia la sociedad del aprendizaje
La educación es un sector tradicionalmente poco dado a novedades y cambios. Seymour Papert nos ofrece una historieta que ilustra los diferentes ritmos de cambio en educación y en la profesión médica:
Imagínense, dice Papert (1993, págs. 1-2), un grupo de viajeros del tiempo del siglo pasado, entre ellos un grupo de cirujanos y otro de maestros, que aparecieran en nuestros días para ver cómo habían cambiado las cosas en sus respectivas profesiones en cien o más años. Piensen en el "shock" del grupo de cirujanos asistiendo a una operación en un quirófano moderno. Sin duda podrían reconocer los órganos humanos pero les sería muy difícil imaginar qué se proponían hacer los cirujanos actuales con el paciente, los rituales de la antisepsia o las pantallas electrónicas o las luces parpadeantes y los sonidos que producen los aparatos presentes. Los maestros viajeros del tiempo, por el contrario, sólo se sorprenderían por algunos objetos extraños de las escuelas modernas, notarían que algunas técnicas básicas habían cambiado (y probablemente no se podrían de acuerdo entre ellos sobre si era para mejor o para peor) pero comprenderían perfectamente lo que se estaba intentando hacer en la clase y, al cabo de poco tiempo, podrían fácilmente seguir ellos mismos impartiéndola.
La moraleja del cuento es evidente: el sistema educativo no es precisamente un ambiente en el que la tecnología tenga un papel relevante para las tareas que allí se realizan. Es más, sus practicantes, tradicionalmente y salvo honrosas excepciones, se han mostrado bastante reacios a incorporar novedades en su estilo de hacer las cosas. Sin embargo, la actual revolución tecnológica afectará a la educación formal de múltiples formas. Así lo señalan los diversos documentos, estudios, congresos, etc. auspiciados por la Unión Europea sobre la sociedad de la información. En casi todos ellos se destaca un hecho importante: la sociedad de la información será la sociedad del conocimiento y del aprendizaje.
Por ejemplo, en el "Libro blanco sobre la educación y la formación" (Comisión Europea, 1995) se afirma taxativamente que la sociedad del futuro será una sociedad del conocimiento y que, en dicha sociedad, "la educación y la formación serán, más que nunca, los principales vectores de identificación, pertenencia y promoción social. A través de la educación y la formación, adquiridas en el sistema educativo institucional, en la empresa, o de una manera más informal, los individuos serán dueños de su destino y garantizarán su desarrollo" (Comisión Europea, 1995, pág., 16).
Por su parte, un grupo de expertos reunidos por la Unión Europea ha elaborado unas primeras reflexiones sobre la sociedad de la información (Soete, 1996). En ellas se considera a la sociedad de la información como una sociedad del aprendizaje ('learning'), y de aprendizaje a lo largo de toda la vida ('life-long learning').
En el primer informe anual del Foro de la Sociedad de la Información a la Comisión Europea (Foro de la Sociedad de la Información, 1996) se afirma "El cambio [hacia la sociedad de la información] se produce a una velocidad tal que la persona sólo podrá adaptarse si la sociedad de la información se convierte en la 'sociedad del aprendizaje permanente'".
Hay varias ideas fundamentales sobre el papel de las nuevas tecnologías en la educación de la sociedad de la información que es necesario destacar.


5.1. El ritmo del cambio: aprendizaje a lo largo de toda la vida y cultura general
En primer lugar, el ritmo de cambio de nuestra sociedad es tan rápido que los sistemas de formación inicial no pueden dar respuesta a todas las necesidades presentes y futuras de la sociedad. Hace años que somos conscientes de que la formación debe prolongarse durante toda la vida y que el reciclaje y la formación continuada son elementos clave en una sociedad desarrollada y moderna. Sin embargo, los importantes cambios que las nuevas tecnologías están introduciendo en los puestos de trabajo han hecho este principio mucho más evidente que antes. Se están creando nuevos sectores productivos relacionados con dichas tecnologías, otros se transforman por la introducción de nuevas formas de organización y, finalmente, es posible que desaparezcan muchos puestos de trabajo como subproducto de la revolución tecnológica. Por eso, en la sociedad de la información deberán crearse los mecanismos necesarios para que dicha formación continuada alcance a la gran cantidad de personas que, presumiblemente, van a necesitar nuevos conocimientos, habilidades y destrezas. En este punto, las nuevas tecnologías tienen un papel relevante, no solo como contenido de la formación, sino como medio para hacer llegar dicha formación a sus destinatarios.
El Libro Blanco sobre la educación y la formación de la Comisión Europea (1995), ante los nuevos retos de la sociedad de la información, la mundialización y la civilización científica y tecnológica, propone una primera respuesta centrada en la cultura general como base de futuras especializaciones y aprendizajes y como "instrumento de comprensión del mundo al margen de los marcos de enseñanza" (pág. 28).
"La cultura literaria y filosófica [...] permite discernir, desarrolla el sentido crítico del individuo, incluído contra la ideología dominante y puede proteger mejor al individuo contra la manipulación permitiéndole descifrar la información que recibe". (ibid, pág. 29).
La segunda respuesta general es "desarrollar la aptitud para el empleo y la actividad", para ello se propone acercar las instituciones formativas a la empresa y el mundo del trabajo.
Uno de los peligros de la sociedad de la información que destacan los expertos es el hecho de dejar el desarrollo de las acciones formativas a la iniciativa privada y a las leyes del mercado. No existe ninguna garantía de que sin intervención de los poderes públicos se proporcione la necesaria formación a los grupos que más la necesitan, sólo a quien pueda pagarla. En diversos informes se habla del peligro de una nueva fuente de discriminación, de una división entre "inforicos" e "infopobres". Nuestra sociedad considera la información una mercancía más, sujeta a las leyes del mercado. Los poderes públicos deben garantizar el acceso de todos a la información y a la formación necesarias para ser unos ciudadanos críticos y responsables. Ya poseemos un conjunto de ideas sobre el papel de la escuela pública como elemento fundamental en la garantía del derecho a la educación y a una educación democrática. Parece evidente que el acceso a la formación a través de las nuevas tecnologías debe ser objeto de un tratamiento similar. Los países más avanzados están realizando esfuerzos importantes a fin de alfabetizar a los niños y jóvenes en estas herramientas, porque consideran que ya son un factor clave para su capacitación profesional, su desarrollo personal y, en conjunto, para la economía y el futuro del país.


5.2. Nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje.
Un segundo aspecto, relacionado directamente con el anterior, hace referencia a la ampliación de los escenarios educativos (Adell, en prensa). La formación y el reciclaje, en tanto que elementos estratégicos para la competitividad, estarán cada vez más presentes en la vida laboral de los trabajadores. La formación en el puesto de trabajo o en el hogar (que será también el centro de trabajo para muchas personas) se combinarán con la recibida en las instituciones tradicionales. Estos escenarios plantean desafíos técnicos y pedagógicos a los que los profesionales deberemos responder. En primer lugar, los roles de profesores, alumnos y personal de apoyo deben adaptarse a los nuevos entornos. No solo se trata de adquirir conocimientos generales sobre como usar los nuevos medios, sino también de las implicaciones de dichos tipos de comunicación en los procesos de enseñanza/aprendizaje. Los estudiantes deberán adoptar un papel mucho más activo, protagonizando su formación en un ambiente muy rico en información.
Las nuevas tecnologías no sólo van a incorporarse a la formación como contenidos a aprender o como destrezas a adquirir. Serán utilizadas de modo creciente como medio de comunicación al servicio de la formación, es decir, como entornos a través de los cuales tendrán lugar procesos de enseñanza/aprendizaje. Como señala Martinez (1996, pág 111), "en los procesos de enseñanza/aprendizaje, como prácticamente en la totalidad de los procesos de comunicación, pueden darse diferentes situaciones espacio-temporales, tanto en la relación profesor-alumno, como en relación a los contenidos". Las aulas virtuales, la educación en línea, a través de redes informáticas, es una forma emergente de proporcionar conocimientos y habilidades a amplios sectores de la población. Los sistemas asíncronos de comunicación mediada por ordenador proporcionarán la flexibilidad temporal necesaria a las actividades para que puedan acceder a la formación aquellas personas con dificultades para asistir regularmente a las instituciones educativas presenciales debido a sus obligaciones laborales, familiares o personales. La desaparición del espacio físico en estas nuevas modalidades de formación creará un mercado global en el que las instituciones educativas tradicionales competirán entre sí y con nuevas iniciativas formativas públicas y privadas.
Los más entusiastas de los nuevos medios han anunciado el fin del aula como unidad de acción espacio-temporal única en educación y el fin de las institucioes educativas actuales. Perelman (1992; s.f.), por ejemplo, ha propuesto dedicar los fondos de la educación pública al desarrollo de recursos tecnológicos para el aprendizaje y acelerar la muerte (natural) de la escuela, una institución, a su juicio, completamente obsoleta. La linea de su argumentación destaca que el aprendizaje, antes un proceso distintivamente humano, es ahora un proceso transhumano en el que participan "cerebros" artificiales, redes neuronales y sistemas expertos, que, entrenados por el conocimiento humano, interactúan con los alumnos proporcionando conocimientos "just-in-time". El aprendizaje no es ya una actividad confinada a las paredes del aula, sino que penetra todas las actividades sociales (trabajo, entretenimiento, vida hogareña, etc.) y, por tanto, todos los tiempos en los que dividimos nuestro día. No se trata de una tarea infantil de preparación para la vida adulta y el trabajo: en realidad es una parte cada día más importante de muchos puestos de trabajo y profesiones. Las antiguas categorías ("escuelas", "universidades", "bibliotecas" "profesores", "estudiantes") dejan de tener sentido en la sociedad del "hiperaprendizaje", un "universo de nuevas tecnologías que poseen e incrementan la inteligencia" (Perelman, 1995, pág. 23), en la que el aprendizaje está en todas partes y para todo el mundo. Los edificios escolares deberían ser sustituidos rápidamente por canales de "hiperaprendizaje" ya que la pericia está más en la red y menos en la persona y el aprendizaje se extiende a todo el ciclo vital. Perelman afirma que invertir en el sistema educativo actual es como si a principios de siglo hubiéramos pretendido mejorar las razas equinas para competir con los vehículos a motor. Hay momentos en que es necesario hacer cambios radicales y este es uno de ellos. Las nuevas tecnologías no sólo están creando sus propios nichos, sino que harán desaparecer sectores enteros, como ocurre en condiciones de libre mercado. La propuesta de Perelman es ayudar a que ocurra de modo rápido, eliminando las "muletas" a la institución educativa (que califica, no se asusten, como una "granja colectivista").
La visión de Perelman es un ejemplo maximalista del discurso sobre la educación y las nuevas tecnologías que se está incubando en el seno de algunos círculos neoliberales norteamericanos. No es necesario que dediquemos mucho tiempo a la crítica de este tipo de discurso reduccionista, en el que educación se asimila a acceso a la información, en el que se confunde "información" con "conocimiento". Un discurso más influenciado por consideraciones económicas que educativas. Sin embargo, el peligro de que las nuevas tecnologías se empleen en la educación de masas para sustituir formas tradicionales (y más caras) de formación es real y se basa sobre todo en argumentos de tipo económico, no sobre la calidad del resultado. La visión "postindustrial", de un proceso actualmente casi "artesanal" como la educación, no se ha demostrado que aporte otras ventajas que bajar los costes. Desde luego, pese a la "deslocalización de la información" no se muestra cómo se democratiza el acceso a una formación de calidad.
Además de discursos neoliberales extremos, orientados a la venta de libros y a llenar las salas de conferencias, existen planteamientos más serios. Bosco (1995), por ejemplo, también ha destacado la importancia de los efectos de la "deslocalización" del conocimiento y, por ende, del aprendizaje: las escuelas no son el único lugar en el que aprenden los niños. Las nuevas tecnologías han reavivado el interés por el "aprendizaje natural", tal como es caracterizado por autores como Dewey, Papert o Schank, y por utilizar la tecnología para promoverlo con un menor compromiso para con el lugar en el que se produce o cómo se conforma a las expectativas de la institución educativa. El papel de las escuelas está cambiando y las nuevas tecnologías pueden "contextualizar" el aprendizaje, convirtiéndolo en parte de la vida cotidiana. Esta "des-institucionalización" de la educación se une, a juicio de Bosco, a la creciente desconfianza de las personas con el papel de las instituciones públicas, derivada de la crisis del estado del bienestar. Bosco no habla de la desaparición de la escuela pública, sino de la creación de nuevos entornos de aprendizaje:
"El desafío es utilizar la tecnología de la información para crear en nuestras escuelas un entorno que propicie el desarrollo de individuos que tengan la capacidad y la inclinación para utilizar los vastos recursos de la tecnología de la información en su propio y continuado crecimiento intelectual y expansión de habilidades. Las escuelas deben convertirse en lugares donde sea normal ver niños comprometidos en su propio aprendizaje." (Bosco, 1995, pág. 51).
Esta transformación choca frontalmente con una serie de concepciones y creencias fuertemente establecidas sobre la escuela y la escolarización. Las nuevas tecnologías están promoviendo una nueva visión del conocimiento y del aprendizaje (Bartolomé, 1996). Incluidos en este cambio están, sin duda, los roles desempeñados por las instituciones y por los participantes en el proceso de enseñanza/aprendizaje, la dinámica de creación y diseminación del conocimiento y muchas de las prioridades de nuestros actuales curricula.


5.3. Nuevos roles para las instituciones educativas
La deslocalización de la información y la disponibilidad de nuevos canales de comunicación tendrá efectos notables en las instituciones educativas superiores tradicionales. El más evidente es la globalización de algunos mercados educativos. Es posible que, en breve, muchas instituciones compitan en un renovado mercado de formación a distancia a través de las redes telemáticas. La perspectiva tradicional de la educación a distancia está cambiando a pasos agigantados. Las redes no sólo servirán como vehículo para hacer llegar a los estudiantes materiales de autoestudio (sustituyendo al cartero), sino para crear un entorno fluido y multimediático de comunicaciones entre profesores y alumnos (telementorazgo y teletutoría) y, tal vez lo más necesario en la actualidad, entre los propios alumnos (aprendizaje colaborativo). Clases a través de videoconferencia, entornos de trabajo en grupo, distribución por línea de materiales multimedia, etc. serán habituales en la educación a distancia. Aplicaciones de este tipo ya funcionan en laboratorios y experiencias piloto. Ahora sólo es necesario que las infraestructuras de comunicaciones lo permitan de modo generalizado.
Las instituciones que ofrecen formación presencial están comenzando a utilizar las nuevas tecnologías como recurso didáctico y como herramienta para flexibilizar los entornos de enseñanza/aprendizaje. No es descabellado pensar en programas mixtos, en los que los estudiantes asisten a unas pocas clases y siguen formándose en sus casas o puestos de trabajo a través de los recursos por línea de la institución, accediendo a sus profesores cuando lo necesiten. Este grado de flexibilidad permitirá que muchas personas con obligaciones familiares o laborales puedan seguir formándose a lo largo de sus vidas.
Esta nueva visión está propiciando la aparición de nuevos tipos de instituciones educativas. Un par de ejemplos servirán para ilustrar las posibilidades que ofrecen.
El primero es cercano: la Universitat Oberta de Catalunya3. Una institución de educación superior a distancia que emplea la telemática como elemento clave no solo en la distribución de materiales de estudio (junto con métodos y materiales tradicionales como el texto o el video) sino como entorno de comunicación entre profesores y estudiantes y entre los propios estudiantes. Una de las características de la formación a distancia es la sensación de aislamiento de los estudiantes, que no disponen de las facilidades de de un campus clásico. LA UOC ha creado un campus virtual en el que cualquier persona "tienen acceso no sólo a posibilidades de formación sino también a toda clase de servicios académicos y no académicos propios de un campus universitario" (Ferraté, Alsinay y Pedró, 1997, pág. 238). La red telemática posibilita la comunicación entre profesores y estudiantes, entre los propios estudientes, de modo síncrono o asíncrono, y el acceso a recursos de otras instituciones, centros y servicios de modo global.
Otro ejemplo, este más radical, del tipo de instituciones educativas que pueden aparecer con las nuevas tecnologías como entorno de enseñanza/aprendizaje es proyecto de la Western Governors University4. Una universidad fundada por los gobernadores de 18 estados del oeste de los Estados Unidos y que no sólo no tendrá campus físico, sino que no tendrá ni siquiera profesores propios: contratará la formación a distancia a otras instituciones y/o empresas, así como los servicios de evaluación y certificación de los conocimientos.
La idea de sustituir aulas y laboratorios por entornos virtuales tiene implicaciones bastante radicales para las instituciones educativas. Graves (1997) ha señalado que puede utilizarse la tecnología para desagregar y desintermediar los servicios que prestan las universidades y recombinar los componentes resultantes en "servicios más flexibles que pueden competir en un 'libre mercado' educativo" (Graves, 1997, pág. 97). Graves no solo propone el uso de la Internet y las nuevas tecnolgías sino la desagregación de diversos servicios: la instrucción y la formación de la evaluación y los títulos, los costes de la instrucción y el currículum (los ingresos derivados de los programas graduados financian los de doctorado, minoritarios, especializados y deficitarios), los diferentes roles de los profesores (instructor, consejero, evaluador, etc.) y los papeles de "formación de masas" de los requerimientos de excelencia docente e investigadora que se exige a los centros educativos superiores. Graves aboga por la desaparición de las clases presenciales como sistema básico de enseñanza/aprendizaje y su sustición por el autoestudio y la "intervención estilo Oxbridge 'just-in-time'".
El concepto de Graves se resume en una idea: la meta-universidad. El papel de esta institución sería la de 'brokers' (públicos o privados) de servicios educativos, orientados por un control de calidad, capaces de ofrecer certificaciones 'agregando' módulos de formación de muchas fuentes diferentes. La meta-universidad proporcionaría información a sus estudiantes sobre distintas posibilidades de formación a distancia o mixta presencial/a distancia, de calidad contrastada, autentificaría las transacciones entre los estudiantes y los proveedores de formación y mantendría un registro de la formación adquirida por los estudiantes a fin de que éstos pudieran lograr la certificación de sus conocimientos, bien a través de la propia meta-universidad o de organismos especializados participantes.


5.4. Nuevos roles para docentes y discentes
Los nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje exigen nuevos roles en profesores y estudiantes. La perspectiva tradicional en educación superior, por ejemplo, del profesor como única fuente de información y sabiduría y de los estudiantes como receptores pasivos debe dar paso a papeles bastante diferentes. La información y el conocimiento que se puede conseguir en las redes informáticas en la actualidad es ingente. Cualquier estudiante universitario, utilizando la Internet, puede conseguir información de la que su profesor tardará meses en disponer por los canales tradicionales. La misión del profesor en entornos ricos en información es la de facilitador, la de guía y consejero sobre fuentes apropiadas de información, la de creador de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información. En estos entornos, la experiencia, la meta-información, los "trucos del oficio", etc. son más importantes que la propia información, accesible por otros medios más eficientes. Los estudiantes, por su parte, deben adoptar un papel mucho más importante en su formación, no sólo como meros receptores pasivos de lo generado por el profesor, sino como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información.
Por otra parte, los nuevos canales abren un frente en los conocimientos y destrezas del profesor. Debe utilizarlos y ayudar a utilizarlos a sus estudiantes, como una herramienta al servicio de su porpia autoformación. De hecho, cada vez en más Universidades, los profesores atienden sus tutorías también por correo electrónico, tienen páginas web con los programas de sus asignaturas y las lecturas recomendadas (si están disponibles en formato electrónico) y utilizan los nuevos canales como medio de comunicación y para reforzar la interacción del grupo de estudiantes entre sí (por ejemplo, a través de experiencias formativas en las que participan estudiantes y profesores de diversas universidades). Las telecomunicaciones abren posibilidades metodológicas y didácticas insospechadas. Los estudiantes de una institución pueden acceder a través de las redes a datos, publicaciones, actas de congresos y simposios, etc. pero también comunicarse con profesores y expertos de otras instituciones, con los que intercambiar ideas y opiniones.
Sin embargo, las formas tradicionales de enseñanza (la "lectio") han resistido perfectamente los embates de la imprenta y la fotocopiadora. No sería extraño que resistieran también a las redes informáticas y los multimedia. No se trata ahora de condenar completamente una metodología de enseñanza que tiene sus virtualidades, se trata de ampliar el tipo de experiencias formativas de los estudiantes utilizando medios que van a encontrar por todas partes en su vida profesional y que forman parte de la cultura tecnológica que lo impregna todo.


5.5. Nuevos materiales de enseñanza/aprendizaje
La digitalización y los nuevos soportes electrónicos están dando lugar a nuevas formas de almacenar y presentar la información. Los tutoriales multimedia, las bases de datos en línea, las bibliotecas electrónicas, los hipertextos distribuidos, etc. son nuevas maneras de presentar y acceder al conocimiento que superan en determinados contextos las formas tradicionales de la explicación oral, la pizarra, los apuntes y el manual. No es necesario explicar las bondades de las simulaciones de procesos, la representación gráfica, la integración de texto, imagen y sonido o de la navegación hipertextual. En el futuro, este tipo de soportes serán utilizados de modo creciente en todos los niveles educativos.
Las herramientas de autor permitirán que los profesores, además de utilizar materiales comerciales, desarrollen ellos mismos sus propios materiales, adaptados al contexto de sus estudiantes. Un ejemplo del proceso que estamos viviendo es cómo se están transformando las bibliotecas universitarias. De simples depósitos de libros y revistas con salas de lectura anexas, están pasando a ofrecer múltiples fuentes de información electrónica. El primer paso fue la adquisición de bases de datos en CD ROM, un soporte material para la información que hace que los bibliotecarios más tradicionales, acostumbrados a "manejar" objetos, sintieran escasamente amenazados sus puestos de trabajo. A fin de cuentas, a los CD ROM también se les pueden pegar tejuelos. Ahora, sin embargo, el paradigma de la biblioteca electrónica o "biblioteca sin muros", en la que las fuentes de información están en formato electrónico y almacenadas en dispositivos accesibles en cualquier lugar de la red informática, se ha impuesto. Los usuarios acceden a sus servicios a través de los ordenadores de sus despachos. El ciclo de producción y distribución del libro y la publicación periódica, que pasa del formato digital al analógico, se acortará cuando se garantice (si ello es posible: el ejemplo es lo que sucede en la industria del software) el derecho de copia. Aunque parece inevitable que de la cadena edición-reproducción-distribución-venta desaparezcan algunos eslabones.
A la sombra de la explosión informática ha aparecido toda una industria y un mercado de materiales formativos en soportes tecnológicos, paralelo a la institución escolar, que invade las librerías y los quioscos y que ha dado lugar a un nuevo concepto: "edutainment", "edutenimiento" o "eduversión", (Bartolomé, 1996), un híbrido entre educación y entretenimiento. Sin embargo, este tipo de productos son típicos de una etapa anterior: la información es codificada sobre objetos. En el futuro asistiremos a una explosión de "edutenimiento" accesible a través de Internet, previo pago de su importe, naturalmente. Las grandes editoriales de materiales educativos ya están en ello. La importancia de la escuela como fuente de conocimientos no deja de disminuir en un mundo de grandes negocios basados en la información y comunicación.


6. Corolario: Educar es una tarea centrada en el futuro
El primer paso en la integración de toda nueva tecnología (y creo que este es el momento en que nos encontramos) es intentar hacer lo mismo que antes, pero con los nuevos juguetes. La Biblia de Gutenberg es indiferenciable para un neófito de los manuscritos de los copistas de la época (bien, las ligaduras entre letras y los finales de línea son diferentes, pero tampoco demasiado: los tipos son gruesos, como los escritos a mano). Incluso se utilizaron abreviaturas características de los copistas, un indudable inconveniente, pues incrementa el número de tipos necesarios para la composición. Los primero vehículos a motor no eran más que carros sin caballos. El primer cine era teatro filmado (muy mímico, eso sí, por la falta de sonido). El lenguaje cinematográfico, tal como lo conocemos ahora, se desarrollaría posteriormente. Y cuando apareció el cine sonoro, hubo que reinventarlo. No hace falta citar más ejemplos. Los primeros usos del ordenador en la enseñanza revelan esta forma de utilización.
Las redes informáticas nos ofrecen una perspectiva muy diferente de la del ordenador solitario. En principio rompen el aislamiento tradicional de las aulas, abriéndolas al mundo. Permiten la comunicación entre las personas eliminando las barreras del espacio y el tiempo, de identidad y estatus (recuerdan aquel chiste sobre Internet en el que un perro, sentado frente a un ordenador, le dice a otro que le observa: "En la Internet nadie sabe que eres un perro"). Pero, el mayor potencial de las nuevas tecnologías de la información en la educación reside no solo en lo que aportarán a los métodos de enseñanza/aprendizaje actuales, como en el hecho de que están transformando radicalmente lo que rodea a las escuelas, es decir, el mundo. Están cambiando cómo trabajamos, cómo nos relacionamos unos con otros, cómo pasamos nuestro tiempo libre y, en suma, nuestros modos de percibir y relacionarnos con la realidad y a nosotros mismos. La disociación entre una escuela oral-libresca y una realidad externa audiovisual, multimediática, instantánea y global es un hecho. No debemos sorprendernos de que la mayoría de los conocimientos que tienen los niños actuales sobre el mundo provengan de los medios de comunicación de masas (cuyo objetivo, no lo olvidemos, no es precisamente educar). El papel de la escuela como fuente primaria de información ha desaparecido hace ya tiempo. Sin embargo, muchos profesores aún no se han dado cuenta.
¿Acaso estamos ante la desaparición de la educación escolar tal como la conocemos? Todas las instituciones sociales son producto de su evolución histórica y de su adaptación sucesiva a las demandas del medio. Surgieron para cubrir alguna necesidad y han cambiado con el tiempo, adaptándose a las transformaciones sociales. Las que no lo han hecho, han acabado desapareciendo. Piensen, por ejemplo, en nuestra forma de gobierno, la democracia. La democracia representativa se "inventó" en una época en la que la manera más rápida de enviar un mensaje de un lugar a otro eran las postas de caballos. La participación efectiva de los ciudadanos de un país en los asuntos de gobierno tenia que delegarse forzosamente. En los rasgos de muchas de nuestras instituciones actuales pueden encontrarse las limitaciones de los medios de comunicación de la época en la que fueron concebidas o alcanzaron su forma actual. Hay algunas que han evolucionado con los tiempos. Otras, no tanto: tal vez no han recibido la presión necesaria. La escuela es una de las últimas.
La "utopía informativa" de la sociedad de la información es que toda la información esté al alcance de cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar. Acceder, pues, no será el problema. Aunque habrá que pagar precios de mercado por ella. Puede que el verdadero problema de la sociedad de la información sea la saturación y el ruido en todos los canales, la enorme cantidad de paja entre la que tendremos que encontrar el grano, la sobrecarga cognitiva que implica escoger lo importante de entre la masa de información espúrea. Pero la educación es más que poseer información: es también conocimiento y sabiduría, hábitos y valores. Y esto no viaja por las redes informáticas. Los profesores tendremos que redefinir nuestros papeles, sobre todo si seguimos viéndonos a nosotros mismos sólo como "proveedores de información". Y lo haremos en instituciones que asumirán los nuevos canales como medios para proporcionar, también, los servicios que ahora prestan "presencialmente".
La educación en la sociedad de la información ha de ser un factor de igualdad social y de desarrollo personal, un derecho básico y no únicamente un producto de mercado. Los grupos de alto riesgo en términos informacionales, los infoparias, han de ser objeto de acciones positivas por parte de los poderes públicos. Debe evitarse que las nuevas tecnologías acrecienten las diferencias sociales existentes o creen sus propios marginados. ¿Están nuestras centros educativos preparados para afrontar la parte que les corresponde de este desafío? ¿Estamos formando niños y jóvenes para el futuro?